Día 27 de setiembre de 1809.

Santoral: comienza la relación del asalto del 19: y un aviso de interés particular.

Sucesos del sitio.

El fuego de los enemigos fue solo de fusil.

Empezaron á construir un grueso espaldón cerca del camino de Palau para resguardo de sus puestos avanzados ó para colocar detrás del mismo algún obús. No se notó trabajo alguno en la trinchera, pero si en el baluarte del almacén de pólvora del castillo de Montjuich, en el cual colocaron algunas pipas y gaviones.

Más activos y multiplicados fueron los trabajos de los sitiados. Quedó del todo concluida la cortadura del patio del cuartel de Alemanes y el foso abierto delante de la pared aspillerada que la flanqueaba. En el muro que cerraba el pequeño patio de las cocinas de dicho cuartel, por la parte de la trinchera, se construyó un espaldón con sacos llenos de tierra para el resguardo de las centinelas. Se tapió la puerta de entrada á las cuadras del cuartel viejo de Alemanes. Se colocó una puerta en la comunicación de dicho patio con el principal. Se perfeccionaron los retrincheramientos situados en el fondo de las cuadras.

En el huerto del canónigo Manegat y á la espalda de la batería, se empezó una cortadura de 40 varas de largo, en figura de una tenaza, con su parapeto y un puente levadizo para la comunicación con la propia batería.

A la entrada de la calle de la Rosa, desde la plazuela de San Pedro de Galligans, se empezó á construir una traversa con su banqueta y un foso delante de ella.

Como la pólvora y municiones de guerra escaseaban ya en Gerona y en los fuertes, y no era por tanto posible un fuego activo, desde este día la artillería solo tiró algunas bombas, granadas y balas rasas, cuando se descubrían las columnas enemigas que iban de unos campamentos á otros.

A las diez de la mañana de este día, se presentó en la avanzada del llano, un oficial del Regimiento de Saboya, que había caido prisionero del enemigo con el convoy. Como llevaba un pliego del General sitiador, fue conducido delante del general Alvarez. Enterado éste resultó que se pedía el cange del comandante italiano del 6.º regimiento de línea, que se hallaba herido en la plaza, con otro oficial español de igual graduación. Alvarez desechó la propuesta del enemigo y mandó al oficial de Saboya que regresase al campamento enemigo toda vez que había dado su palabra de honor de volver á él. Este oficial dio esplicaciones acerca las operaciones del día antrior, y de haber caido el convoy en poder el enemigo con muchos oficiales y soldados.

Los efectos del hambre se iban sintiendo por momentos en Gerona. Ya dijimos que la tropa se hallaba reducida á un escaso cuarterón de pan diario. Pues bien, esta racion hubo de reducirse á la mitad: ocho onzas de trigo para menestra y cinco de aceite para veinte plazas.

No siendo suficientes los molinos de sangre que se habían construido en el Seminario, se mandó la construccion de otros. En el interin, hubo necesidad de utilizar los almireces, molinos de almendras, sal ó café, y demás útiles análogos, siendo muchos los que se veían precisados á verificar la molienda con cascos de bomba. Continuaron muriendo de miseria y hambre, varios paisanos alojados en los pórticos y calles de la Ciudad. Para evitar los males consiguientes á la descomposición de los cadáveres de las personas que morían sin auxilio ó sin albergue, dispuso la Junta gubernativa, que una comisión de vecinos nombrada al efecto, recorriese todas las mañanas la población y recojiese los cadáveres que encontrase.

La falta de medicinas y la cerencia de carnes desde principios del sitio, hacían más deplorable la situación de los enfermos y heridos, pues hasta los que no lo estaban decaían físicamente de un modo visible y pronunciado. Para aliviar algo estos males dispuso el General Alvarez, prévia consulta á los facultativos que se llevase á ejecución el acuerdo ya anteriormente tomado de la matanza de caballos y el consumo de sus carnes, aun que con sumo cuidado, sorteando los de los militares y hacendados sin distinción alguna. Para que la tropa que estaba en disposición de hacer servicio pudiese participar de este alimento, se dio orden á los sargentos de brigada de recoger las porciones correspondientes á sus cuerpos, á razón de 6 onzas por individuo cada tres días, empezando el día en que diaron principio la matanza.

El brigadier D. Enrique O.Donell preguntó al General Alvarez si quedaria en la plaza con su brigada, para esperar la entrada del resto del convoy, ó si se volveria con ella. Indicole la conveniencia de lo primero, creyendo que el ejército del general Blake podía hacer algún movimiento para realizar dicha entrada, la cual procuraria facilitar él con sus tropas. El general Alvarez, apesar de estas observaciones, insiguiendo la intimación del día anterior, contestó á O.Donell que no podía darle víveres de ninguna clase y que por tanto se marchase.

Oficio del general Alvarez al ministro de hacienda.

"He dispuesto que desde mañana se mate caballo, para que los enfermos no carezcan del preciso alimento proporcionado: en su consecuencia, poniéndose V. S. de acuerdo con los gefes de la facultad, para graduar la carne que sea necesaria para los Reales hospitales, me dirá V. S. la que sea, para que por parte del muy ilustre Ayuntamiento se pueda proceder con este conocimiento.

"Dios guarde á V. S. muchos años. Gerona 27 de Septiembre de 1809.-- Mariano Alvarez.-- Sr. D. Carlos Beramendi".

Oficio del ministro de hacienda á los jees de la facultad de medicina.

"El Sr. Comandante general de este exército de Vanguardia, en oficio que acaba de pasarme, me dice lo que sigue:

(Se transcribe el anterior).

"Aunque tenia ya algunas noticias de esta idea, por el oficio que me pasó el consultor de medicina D. Joseph Antonio Viader, y sin embargo de que creo no ser nociva la carne de caballo ni dañosa á los enfermos, necesito con todo oir á Vds., ya en orden á la utilidad de este alimento, ya en si podrá acarrear perjuicios la repugnancia que acaso tengan los enfermos en su uso, por la novedad ó preocupación en que esten, ó si convendria ocultarles la clase de carnes que se les suministrare: en todo caso, espero de Vds. con la brevedad su dictamen.

"Dios guarde á Vds. muchos años. Gerona 27 de Septiembre de 1809.-- Carlos Beramendi.-- Sres. D. Juan Nieto Samaniego y D. Joseph Viader".

Oficio del Sr. Piserra al Sr. Beramendi.

"Con motivo de haberse acabado ya todo el aceyte que había de repuesto en los Reales almacenes y el que se había comprado y depositado en los mismos de orden de la Iltre. Junta, y no tenerlo ahora para suministrar á la tropa; lo participo á V. S. afin de que si es de su agrado, se sirva disponer que los dueños del que existe en las pilas de la bodega del Colegio, que fue embargado días atrás por la Real Hacienda, comparezcan desde luego si quieren, á verlo medir y entregarme del mismo aceite; y así bien prevenir al Iltre. Sr. Canónigo D. Salvio Carbó entregue las llaves de las mismas pilas para sacar el aceite, tanto el que sea suyo, como el de otros dueños que lo tengan en las mismas".

"Dios guarde á V. S. muchos años. Gerona 27 Septiembre de 1809.-- Juan Piserra.-- Sr. D. Carlos Beramendi".

Oficio del Sr. Beramendi á la Junta Económica.

"Con esta fecha me dice el factor de víveres de esta Plaza, lo que copio:

"Acabándose enteramente el vino de repuesto de estos Reales almacenes, como que no lo había para concluir la data ó refresco del día de hoy, y para los Hospitales, días hace que se baja de Condestable; y necesitándose diariamente para dicho refresco á la tropa, según los recibos que vienen visando una crecida porcion: debo hacer presente á V. S. que continuándose, dentro de dos ó tres días á lo más, van á quedar exaustos de este licor todos los repuestos de esta Plaza y sus fuertes, afin de que se sirva tomar las disposiciones que estime por convenientes sobre el particular, y para que se digne mandar al guarda-almacén de Capuchinos me entregue todo el que tenga para poder alomenos acudir á la distribución de los Hospitales.

"Lo que traslado literal á V. S. para que se sirva auxiliarme con la cantidad de vino que le sea posible, al privilegiado objeto de sostener los Hospitales y la tropa: y dado el caso que V. S. no se halle con cantidad alguna de este licor, tenga á bien con su acreditado celo, mandar se requiera ó busque bajo los precios que serán satisfechos por este Ministerio de Real Hacienda de mi cargo con libranzas sobre la Thesoreria del Exército de Tarragona, que se daran con presencia de las cantidades que entren en los Reales almacenes por papeletas mías, según método establecido, y aviso de V. S., y si V. S. no hallase oportuno mandar practicar la insinuada requisición, espero se servirá V. S. noticiármelo con la brevedad que le sea posible respecto á la urgencia para mi inteligencia y gobierno.

"Dios guarde á V. S. muchos años. Gerona 27 de Septiembre de 1809 á las cinco de la tarde.-- Carlos Beramendi.-- Sr. Presidente de la M. I. Junta Económica".


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.




Ajudant de Camp. Dibuix de Fèlix Xunclà, basat en "Uniformes Militares españoles. El Ejército y la Armada em 1808", de José Maria Bueno, 1982.



Brigadier d'Enginyers. Dibuix de Fèlix Xunclà, basat en "Uniformes Militares españoles. El Ejército y la Armada em 1808", de José Maria Bueno, 1982.



Tinent General amb uniforme d'Infanteria. Dibuix de Fèlix Xunclà, basat en "Uniformes Militares españoles. El Ejército y la Armada em 1808", de José Maria Bueno, 1982.



Administració de l'Exèrcit. Comptador de l'Exèrcit. Dibuix de Fèlix Xunclà, basat en "Uniformes Militares españoles. El Ejército y la Armada em 1808", de José Maria Bueno, 1982.


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