Día 3 de Agosto de 1809.

Santoral: noticias del sitio: noticias de Badajoz del 21 junio, de Londres del 9 de mayo, de Sevilla del 11 de julio y de Stutgard del 17 junio: y una nota acerca el contenido de algunos Monitores que se ocupaban de la cuestión austriaca.

Entre las noticias del sitio se lee.— “Aunque ha sido algo remiso el fuego de bombas contra la Plaza en estos días, no así el de granadas y balas. Estas iban dirijidas principalmente contra algunos baluartes para responder á sus fuegos, que incomodaban bien al enemigo. El ardimiento y serenidad de la guarnición junto con el celo y patriotismo de los cruzados es el que conserva la confianza de Gerona, y la sostiene hasta que mayores fuerzas alejen de nuestra vista á los que con tanto ahinco quieren sojuzgarla, lo que en ningun caso lograran con una guarnicion y moradores resueltos á morir antes que sufrir tal desgracia”.

Sucesos del sitio.

Muy abundante en sucesos es el día tres de Agosto cuya reseña nos toca hacer.

Durante la noche anterior el minador aplicado detrás de la contra escarpa del rebellín, amparado por el espaldón que el día antes había formado, perfeccionó de tal modo sus trabajos quitando la tierra del terraplen, que colocando algunos barriles de pólvora, voló un gran trozo haciendo caer sus ruinas al foso para tener mas facil el acceso. De modo que el enemigo por debajo tierra digámoslo asi, se iba acercando á la inmensa brecha del rebellín. Abierta lo que podríamos llamar brecha de la contra escarpa, amparado siempre el enemigo por el espaldón que había concluido el día anterior, se fue parapetando sobre las mismas ruinas que la voladura acababa de ocasionar, formando desde el camino real hasta el foso un ramal de trinchera, con gaviones, sacos y faginas, á cubierto de los fuegos de la cara izquierda del baluarte de la derecha. Así pues ni el foso siquiera separaba ya á los sitiados de los sitiadores, por que en el mismo foso se apostaron estos. En todo el día el castillo hizo un vivísimo fuego sobre estos trabajos, arrojando á los mismos una lluvia de bombas, polladas y cascos, apesar de lo cual continuaron reforzándolos, por más que les ocasione la grande pérdida que puede suponerse.

El fuego del enemigo fue vivísimo empezando al anochecer del día anterior y durando toda la noche. Aprovechando su estruendo ocupó las casas del barrio extramuros de Pedret, mas cercanas á la plaza, abriendo una comunicación interior en todas ellas y aspillerando sus paredes exteriores. En algunos intérvalos de los estallidos del fuego, se les oyó trabajar con mucha actividad en estas obras. Por la mañana hubo algun tiroteo entre las fuerzas enemigas que acompañaban estas faenas y una guerrilla de la compañía de estudiantes que salió al efecto del baluarte de San Pedro, donde como se indicó en su lugar, estaba de guarnición.

Durante la misma noche estuvo el enemigo trabajando con igual actividad en la torre de San Daniel, hacia cuyo punto se oyó mucho ruido de carruages y artillería. Al amanecer apareció una batería de dos cañones de á 24 en la misma torre y otra semicircular también de dos cañones del propio calibre más abajo del glacis y cerca de la contra escarpa. Estas cuatro piezas rompieron el fuego contra el fuerte del Calvario, batiendo su muro que descubrían desde su retreta. Contestaron con mucha valentía el castillo de Montjuich, el Condestable, el reducto del Cabildo y la torre Gironella, pero apesar de ello el muro de dicho fuerte del Calvario quedó bastante arruinado al declinar el día.

Otra operación mas importante realizó el enemigo al amanecer de este día. Una fuerte columna, que unos dicen era de 700 á 800 hombres, y otros de más de mil, salió á las cuatro de la madrugada de su campamento de Campdurá y bajó al llano de San Daniel, atacando el monasterio de este nombre que estaba habilitado para hospital militar, y no tenía guarnición ninguna, pues la guardia que existia era solo para la policía del establecimiento. La guerrila del capitán D. Marcos Iglesias que intentó impedir el paso, no pudo lograrlo por su escasa fuerza apesar del auxilio que le prestó el oficial D. Matias Ferrán.

La columna enemiga atacó el rastrillo del parapeto que con su estacada cerraba la entrada á la plazuela vulgarmente llamada calle del monasterio. El mayor Maysancuve que mandaba la operación cayó muerto á los primeros disparos de nuestra guardia. Esta se retiró en breve, entrando enseguida los enemigos en el edificio. En vano se esforzó un oficial de los mismos en persuadir á los enfermos que permaneciesen en sus camas, asegurándoles que no se les molestaría. Animados por el contralor D. Narciso Germen, quien en oficio dirijido al Ministro de la Real Hacienda D. Carlos Beramendi, había expuesto ya el peligro que corría el hospital desde la pérdida de la torre de San Daniel, salieron por la puerta del huerto, en número de más de 300 y se dirijieron hacia el fuerte Condestable. La precipitación de esta salida no les había dado tiempo para cojer el menor abrigo y así puede considerarse el estado lastimoso en que trepaban la montaña, descalzos casi todos, muchos en camisa y la mayoria con el ardor de la calentura. Apenas se divisó esta terrible fuga, salieron de la plaza y de los fuertes varios paisanos y partidas de tropa, que para proteger á los fugitivos estuvieron tiroteándose con los enemigos, pero estos subiendo al campanario del monasterio, no solo contestaron á su fuego, sinó que lo dirijieron contra los enfermos, de cuyas resultas perecieron veinte y tres de los mismos; juntamente con el párroco del hospital y el del pueblo de San Daniel. Tan luego como los infelices enfermos estuvieron al amparo de los fuertes de la montaña, bajaron hacia la ciuidad, acudiendo los vecinos á recibirles y consolarles. Con este motivo ocurrieron algunas escenas que merecen ser referidas y que el Diario de Gerona del día 5 reseñó del modo siguiente:

“Es digno de nuestro aprecio el celo, caridad y patriotismo con que nuestras heroycas gerundenses se prestaron el día 3 al llamamiento en que se convidaba á los vecinos acudiesen á proteger á los infelices enfermos que tuvieron que abandonar el Hospital de San Daniel extramuros de la Ciudad, atacado por los enemigos. Josefa Demá, alias la Perrota, con su hija y criada Josefa Barrera, acudió la primera á recibirlos quando baxaban de la montaña medio desnudos unos, arrastrando otros; enfin esta mujer fuerte cargó algunos sobre sus hombros; acompañó otros hasta la iglesia de San Martin, en donde provisionalmente se iban depositando, siendo 31 los enfermos que experimentaron alivio de esta muger y dicha familia. Dispúsose después conducirlos á otro Hospital, y al punto se presentó esta amazona con Maria Rosa Falgueras, Gerónima N., Francisca Reixach, Magdalena Blanch, Maria Comadira, Ana Ferrer, Agueda Alsina y otras muchos cuyos nombres no hemos podido adquirir; todas tomaron las parihuelas, que no dexaron de las manos hasta que todos los enfermos quedaron acomodados en sus lechos.

“No debemos omitir la prudencia y caridad de la referida Dama á quien le presentan para conducir un enfermo desnudo y al momento se desprende del pañuelo que llevaba en la cabeza y del delantal; y no quedando satisfecha su delicadeza se quitó una de sus sayas con que cubrió enteramente la desnudez de aquel enfermo.

“Esta muger ya se distinguió en el asalto del 20 de Junio del año pasado asistiendo á nuestros defensores hasta el término de tomar el fusil y quedar contusa de los culatazos: habiendo hecho los mismos oficios en todas las ocasiones que le han proporcionado los ataques de esta plaza.

“Tambien es digna de nuestra recomendación la referida Alsina que se presentó dicho día tres en San Martin, con varias ropas que antes recogió, para vestir á tantos infelices. Ya en la guerra pasada se distinguió esta misma subministrando á los enfermos caldo, vistiéndoles y amparando á muchos que se hallaban desamparados en las calles; y mereciendo que se publicase este su patriotismo en las gazetas, y que de orden de S. M. se le diesen las gracias”.

No satisfechos los enemigos con defenderse de nuestras guerrillas de paisanos y soldados, desde el campanario del monasterio de San Daniel, se estendieron por los olivares y barrancos que hay debajo de la torre del mismo nombre, adelantándose hacia el camino de Montjuich que quedó durante algunas horas incomunicado con la plaza, por haberse dado la mano dichas fuerzas con otra partida enemiga que procedente de Pedret ocupó las ruinas de la torre de San Juan.

Como convenía que un convoy de carros subiese de la plaza al Castillo, el Gobernador mandó que fuese protegido por una guerrilla de 34 migueletes ó voluntarios al mando de su teniente D. José Camps, mientras salía otra del Castillo al mando del subteniente D. Manuel Clercy. Ambos atacaron con la mayor bizarria, emprendiendo el enemigo la fuga y corriendo á ampararse detrás de sus primeras baterías. Pero nuestras guerrillas apenas de sumar en junto tan solo unos 60 hombres, les persiguieron dentro de ellas obligándoles á abandonarlas. Ocho granaderos con dicho oficial Clercy ocuparon la batería mas cercana al rebellín. Un soldado voluntario ó miguelete del 2.º tercio de Barcelona, llamado Manuel Nuet, con asombro de todo el mundo, se entró solo en la batería de morteros. El teniente Camps con los suyos no solo entró en estas baterías, sinó que llegó hasta tiro de piedra de la llamada Imperial. Los enemigos admirados de tanta bizarria estuvieron perplejos, limitándose á hacer fuego de fusil desde lejos. Nuestros mismo soldados no sabiendo darse cuenta sus proezas, y no estando prevenidos, enviaron á Montjuich un recado para que les remitiesen clavos, pidiendo á los que desde el muro eran testigos de su valor, que les arrojasen dichos objetos al foso para clavar las piezas.

En este intermedio una fuerte columna enemiga subió del arrabal de Pedret y estando ya muy cerca no tuvieron los nuestros otro remedio que retirarse. No lo ejecutaron empero sin hacer patente al enemigo que habían tomado posesión de sus piezas de artillería, puesto que á la vista del mismo todos pusieron sus manos sobre cada una de las que había en las dos baterías que con tanto ardimiento habían asaltado.

En su retirada se reunieron con otra partida que salía del castillo llevando todo lo necesario para clavar la artillería enemiga. Juntos se tirotearon con la columna antes indicada, que ocupó las espresadas baterías.

Durante esta acción las baterías de casa Roca y todas las de la montaña de Montjuich dirijieron sus fuegos contra nuestras tropas, pero apesar de ser vivísimos no causaron el menor daño. A su vez la plaza y el castillo hicieron un fuego terrible de cañón, mortero, obus y fusil á las columnas enemigas, habiéndose visto caer muchas bombas y granadas en medio de ellas, lo que hubo de ocasionarles mucha pérdida.

La nuestra no fue de importancia. Uno de los heridos mortalmente lo fue D. Andrés Pons, que había salido con los enseres necesarios para clavar la artillería enemiga. Su desgracia fue de todos sentida, por ser un hombre que tenía algo de extraordinario. Era fraile capuchino y habiéndose alistado en la compañía de artilleros de Gerona, que mandaba D. José Puig, se distinguió de tal manera, que alcanzó el empleo de subteniente. Se decía que antes de ser religioso había estado embarcado en un buque corsarioi, donde había adquirido sus conocimientos en el arma de artillería. Lo cierto es que cuantas piezas se le encargaron fueron perfectamente servidas y dirijidas, especialmente el mortero situado detrás de la cortadura, con cuyos fuegos causaba mucho daño á los enemigos. Poseyendo un valor á toda prueba, prestó su servicio en Montjuich como punto de mayor peligro, hallándose siempre dispuesto para cualquier expedición. Falleció seis días después de su gloriosa herida.

Por la tarde la guarnición del castillo hizo otra salida contra los ataques, pero no pudo penetrar en ellos por haberlos hallado guarnecidos con mucha fuerza.

Durante el resto del día los enemigos continuaron batiendo el rebellín en su ángulo flanqueado, de manera que al anochecer sus ruinas formaban ya una rampa practicable, no habiendo sido posible separarlas á causa del continuado fuego de fusil del enemigo apostado en los espaldones de la bajada al foso. Las demás baterías arrojaron sus tiros verticales al frente atacado; causando mucho daño en los débiles parapetos de saquillos y matando ó hiriendo á sus defensores.

Apesar de las graves ocurrencias del día no se olvidaron los reparos para la defensa. En el castillo se trabajó en la construcción de un espaldón en el baluarte vacío del frente de poniente, en la reparación del parapeto de la cortadura, en dos rastrillos en el frente atacado y en llenar de tierra muchos sacos para los reparos de la noche siguiente.

En la plaza se elevaron los merlones de la cara derecha del baluarte de San Pedro, para cubrirlos de los fuegos de los apostaderos enemigos de la montaña de Montjuich y se recrecieron sus banquetas. Con el mismo objeto y para batir los espresados apostaderos, se construyó un espaldón sobre el terraplén de la muralla en la plaza de San Pedro, con una tronera, en la que se colocó un cañón de 24 que batía la espresada montaña, á la que subían los enemigos desde el arrabal de Pedret.

Entre los muertos que hubo en el castillo, debe anotarse D. Baltasar Ballart teniente del regimiento de Borbón.

En este mismo día entró en la plaza el teniente coronel graduado y capitán del regimiento de Ultonia D. Pedro Sarsfield con 60 hombres del tercio de migueletes ó voluntarios de Tarragona. Este oficial conducía un refuerzo de 200 hombres de varios cuerpos proporcionado por el Coronel O.Donell y atravesando las líneas enemigas había llegado ya á las cercanias del fuerte de Capuchinos, cuando fue atacado por fuerzas superiores. La columna que desfilaba por la montaña quedó cortada por el centro y hecha prisionera en su mayor parte, junto con D. Mateo Colings, capitán graduado del mismo regimiento, y otros oficiales que cubrían la retaguardia.

Parte del capitán de migueletes D. Marcos Antonio Iglesias comandante de una guerrilla del primer tercio de Gerona durante la noche del 2 al 3 de Agosto.

“Esta noche ha trabajado el enemigo en abrir comunicación entre las casas de Pedret, aunque la artillería del baluarte de San Pedro le ha incomodado bastante, particularmente cuando subía formado por la calle. A las cinco y cuarto ha subido á Monjuich una columna, me he puesto de observacion mas allá de la torre de San Juan, y al venir hacia mi han rompido el fuego, á que les he correspondido; pero despues de bien sostenido me ha sido preciso retirarme por la superioridad. El enemigo ha perdido cuatro ó cinco hombres; he tenido gravemente herido al cabo Salvador Ripoll.

“Despues me han avisado que los enemigos se dirigian á San Daniel; no he llegado á tiempo para contenerlos, pero si para incomodarles matándoles mucha gente, y salvando muchos de nuestros enfermos. Les habríamos escarmentado mas si las fuerzas no hubieran sido tan superiores, particularmente cuando nos hemos unido con D. Matias Ferran, quien se ha batido con su valor acostumbrado con fuerzas diez veces mayores, obligando al enemigo á retroceder con mucha pérdida.

“Todos los individuos de mi corta guerrilla se han portado con un valor superior al de Marte”.

Parte del teniente del segundo de Barcelona, D. José Camps comandante de una guerrilla extraordinaria, de la montaña, del 3 de agosto.

“He salido con treinta y cuatro hombres para desalojar al enemigo de la posicion que había tomado en la torre volada de San Juan; subí por el camino de Monjuich hasta encararme con la torre, y por ir agachado salí á veinte pasos de la centinela. Al avistarme ésta disparó un fusilazo; me eché sobre ellos, y huyeron precipitadamente á las casas de Pedret, y á los parapetos que hay desde la batería contra el rebellín hasta la mayor y torre de San Luis. Aprovechábamos los tiros, por que el enemigo sorprendido no acertaba á corresponder, y se atropellaba en su fuga. Animado con esto y reforzado con la guerrilla igual á la mia que salió de Monjuich, colocó centinelas para no ser cortado, y unidos picamos al enemigo, apesar de las bombas, granadas y balas que venian de los cerros de casa Roca y baterías de San Narciso y San Daniel; nos favorecia con todo mucho el acierto de nuestra artillería. Los enemigos que guarnecian la batería contra el rebellín y parapetos inmediatos, huyeron con los que venian de San Juan hasta la torre de San Luis, en donde se reunieron. Antes de verificarlo y sobre el aviso que me dieron el sargento segundo Francisco Llorens y los soldados Francisco Ticó y Manuel Casanobas de quedar abandonados un cañón de á 16 enfrente del rebellín y un mortero sobre el ángulo del castillo, fui a reconocerlo, y previne á los soldados que toda vez que no traiamos clavos por no haber creido adelantar tanto nuestras operaciones, lo suplieran con lo que les viniera á las manos. Mientras ellos metian la punta de una baqueta en el cañón de á 16 continué el fuego, y llegamos á tiro de piedra de la batería mayor, que también estaba desamparada. Me retiré á la torre de San Juan y la otra guerrilla al castillo, por que el enemigo reforzado venia sobre nosotros; me mantuve en mi posicion hasta que recibí orden que me retirara.

“Entre los muchos muertos que tuvo el enemigo reconocemos un oficial: yo he tenido un soldado contuso, quien se ha consolado con una mochila francesa que trajo sobre sus hombros”.

Parte de D. Ramon Verneda, sargento de la segunda escuadra de la compañía de reserva del General, comandante del rastrillo ó avanzada de la puerta de Francia, con los individuos de la misma Agustin Suñer, Juan Salabert y José Boixó y Botiñá, del día 3 de Agosto.

“Habiendo salido para descubrir la cierta posicion del enemigo, hasta el horno de cal, situado en la calle de Pedret, hemos visto ocupada ya la casa número 7, y á distancia de unos ciento y cincuenta pasos de esta avanzada.

“Hemos tramado con ellos un vivísimo fuego y parapetados nosotros, les hemos obligado á retroceder á los que sostienen sus trabajadores para agujerear las casas de dicha calle, y hemos visto caer dos de ellos, sin que se hayan vuelto á levantar más, los que seguramente habran pasado á aumentar el exército de Lucifer”.

Parte del capitán D. Carlos Montignani, Gobernador del castillo de Capuchinos del 3 de Agosto.

“Cerciorado despues de amanecer de que los enemigos intentaban alguna sorpresa en San Daniel y casas inmediatas, determminé enviar al subteniente de Borbon D. José Antonio Llopis para que con su reten de 30 hombres fuese por la falda del Calvario á contener á los enemigos y evitar sus robos y extorsiones, y á D. Matias Ferran del primero de Gerona con 12 migueletes por el camino de la derecha con el mismo intento; pero no pudiendo los de Borbon reunirse á tiempo con este último (que se habia arrojado á desalojar al enemigo de una casa) fue causa de que aunque lo reforzase con 20 hombres más, no pudiese evitar ya el robo de ganado y echar el enemigo de San Daniel, por haberse reunido en gran número y mas que triplicadas fuerzas; siendo preciso retirarse, lo que se executó con orden.

“Con todo se ha logrado entreteniendo al enemigo el que pudiesen escaparse de aquel hospital bastantes enfermos. La pérdida del enemigo ha sido considerable. Los comandantes de las guerrillas han hallado algunos muertos en las casas, de que se apoderaron al principio”.

Parte del Gobernador de Montjuich.

“Los enemigos han practicado la bajada al foso sobre el frente derecho del rebellín, echando á dentro parte de la contra escarpa y cubriendo el camino que han hecho, del fuego que podrían sufrir del castillo, con un espaldon de gabiones, que resguarda dicha bajada.

“La batería que han construido en la torre de San Daniel es de dos cañones y un mortero; uno de los cañones se ha sacado de la batería de á dos que tenian al lado de la misma torre; además de esta nueva batería hay un espaldon considerable mas debajo de la torre, que tiene dos frente, el uno hacia el castillo y el otro hacia el Fuerte del Calvario.

“Según los partes dados por los escuchas y las guardias del castillo, se componia de unos mil hombres, la columna que se ha apoderado esta mañana de San Daniel”.

Otro.

“Se me previno que nombrase en este castillo una partida de guerrilla para obrar de acuerdo con la que habia de salir de esa plaza, para proteger la subida de los carros á este castillo; no estaba todavia nombrada dicha partida y no se habian podido tomar todas las providencias que convenian, cuando ya los que habian salido de Gerona rompieron el fuego contra el enemigo que ocupaba las ruinas de la torre de San Juan; precipitándose entonces este destacamento, se adelantó al otro y encontrando á los enemigos en fuga, les persiguió hasta sus mismas baterías, consiguiendo el comandante de la partida, D. Manuel Clercy, subteniente de Borbon, penetrar en las que rodean el rebellín y el soldado del 2.º de Barcelona Manuel Nuet en la de morteros colocados encima de Pedret; las baterías se hallaban por un momento abandonadas y el soldado nombrado trajo de la de morteros un saquillo de pan. Luego que se presentó la acción con tan buen aspecto, se despacharon de este castillo clavos para clavar las baterías, pero ya el enemigo había vuelto á ellas con fuerzas superiores y los nuestros se habían retirado, sostenidos por treinta granaderos de Ultonia que salieron como cuerpo de reserva y por la fusilería del castillo.

“El destacamento se componía de 17 granaderos de Borbon y otros tantos soldados del 2.º de Barcelona; y el sargento de Borbon N. Alfonso, fue herido en la salida; y en el castillo durante la acción, dos del 2.º de Barcelona, cinco de Borbon, seis del primer tercio de Gerona; y lo fue gravemente el subteniente de artillería D. Andrés Pons, quien se había ofrecido para ir á clavar los cañones y morteros y asi mismo el cabo primero graduado de sargento de Ultonia Juan Santos Mangas”.

Oficio de la Junta de Gerona al General Blake.

“Excmo. Sr.— Esta plaza fue provista para tres meses de sitio y aun no en todos los articulos necesarios de boca. Principió la consumpcion en 1.º Mayo y concluyó el término en 31 Julio.

“Desde que tuvo el enemigo á la vista, solicitó con la mayor energia del segundo Comandante Marques de Coupigni, sin intermision, que se le enviase un refuerzo de tropas competente para la defensa y para molestar á los enemigos, habiendose solo conseguido, en cierto modo, desaires en vez de auxilios.

“Lexos de sofocarse ni desmayar; con su escasa guarnicion, que no excedia de la tercera parte de la que le corresponde, y esforzado paisanage, ha llevado la defensa hasta el término mas glorioso á costa de tanta sangre y tantas fatigas.

“Se habían reanimado sus esperanzas, quando se le participó en 1.º Julio que V. E. estaba ya reconociendo los puntos, pero en el transcurso de mas de un mes, tampoco ha experimentado el menor alivio.

“En el día ha practicado el enemigo la baxada al foso del rebellín, ocupado el Monasterio de San Daniel y el punto de la derruida torre de San Juan: quedando esta guarnicion reducida á un numero muy escaso, por las considerables pérdidas y los vecinos estan sin fuerzas, despues de tan prolongado como penoso servicio. Es ya sumamente penetrante el clamor de unos y otros, al mirarse en un desamparo, que tanto por la importancia de la Plaza, como por su heroismo, no podian ni debian esperar.

“El caso ha llegado al último extremo. La Junta se mira en la dolorosa situacion de manifestar á V. E. que la defensa no puede sostenerse más. Gerona va á ser victima del abandono, y si al momento el Exército al mando de V. E. no la dexa libre de tan insoportable opresion, sucumbirá irremisiblemente, pero con la gloria de presentar antes á S. M. y dar un manifiesto á la faz del Mundo, de quanto ha obrado, representado, y solicitado, afin de que quede un perpetuo testimonio de su sinceridad, y de que no sucumbió por falta de valor, sinó por la de auxilios, y es quanto por ultima vez, le queda que poner á la superior noticia de V. E.

“Dios guarde á V. E. muchos años.— Gerona 3 Agosto de 1809.-- Al Excmo. Sr. D. Joaquin Blake”.

Oficio al General Quadrado.

“Acompaña esta Junta á V. S. el adjunto pliego para el Excmo. Señor Capitan General en el que se le manifiestan los últimos apuros en que se ve reducida esta Plaza, esperando que V. S. despues de leido y cerrado, se servirá dirijirlo á S. E. con la prontitud que exigen las circunstancias.

“Dios guarde á V. S. muchos años. Gerona 3 Agosto de 1809.— Sr. Don Pedro Quadrado”.


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Infanteria de Línia. Fuseller del Regiment del Príncep. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Infanteria de Línia. Fuseller del Regiment de Savoia. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Infanteria de Línia. Fuseller del Regiment de la Corona. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Infanteria de Línia. Fuseller del Regiment d'Àfrica. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Infanteria de Línia. Fuseller del Regiment de Zamora. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Infanteria de Línia. Fuseller del Regiment de Sòria. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Cos d'Enginyers-geògrafs francès, 1810. Extret de "Les uniformes de l'Armée Française. Les Ordonnances de 1690 à 1894", de Dr. Lienhart i René Humbert. Leipzig ca. 1900.



Sapador de Granaders de la Guàrdia napoleònica, 1806. Extret de "Les uniformes de l'Armée Française. Les Ordonnances de 1690 à 1894", de Dr. Lienhart i René Humbert. Leipzig ca. 1900.



Distintius de General d'Estat Major General napoleònic: escarapel·la, bicorni i espatleta. Extret de "Les uniformes de l'Armée Française. Les Ordonnances de 1690 à 1894", de Dr. Lienhart i René Humbert. Leipzig ca. 1900.


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.