Levantamiento de Gerona (V).

La Junta de Gerona, tan luego como hubo practicado las primeras operaciones necesarias para el armamento de la capital, se dirijió á procurar la defensa de los demás puntos de la actual provincia, á cuyo fin se destacó una pequeña columna de tropa para la ocupación de la plaza de Rosas que estaba poco menos que abandonada, con lo cual se animaron de tal modo los habitantes del Empurdan que concibieron el atrevido proyecto de tomar por sorpresa el formidable castillo de San Fernando. Para asunto de tanta importancia todo faltaba, pues siendo inespugnable aquella fortaleza, no contaban los paisanos más que con sus malas escopetas de caza. Puestas al frente de la conspiración algunas personas notables de Figueras, se ramificó hasta las poblaciones de la comarca cuyos habitantes debían acudir al primer señal de la lucha.

Para llevar a cabo la empresa se organizó un lucido baile al que se invitó á Mr. Pias comandante de las tropas francesas que guarnecian el castillo, y como hubiese aceptado la invitación iba preparándose el golpe con el mayor sigilo. Una rara casualidad vino á desbaratar todos estos planes. Observando los gefes de las guardias francesas que habia en diversos puntos de la población, cierto movimiento inusitado entre el pueblo, se pusieron en alarma especialmente los que formaban la guardia de la Casa Consistorial, de modo que acertando á pasar por allí el futuro General don Juan Clarós, entonces oficial retirado, en ocasión en que los grupos habian tomado una actitud algo alarmante, los 20 soldados que formaban dicha guardia hicieron una descarga cerrada y adelantándose su gefe pegó varios sablazos á D. Juan Clarós, causándole una herida en la rodilla. Viéndose este tan mal tratado encaróse con el oficial francés y devolviéndole golpe por golpe con un bastón que llevaba, le desarmó y le detuvo. Este incidente hizo estallar la mina del entusiasmo, pues, animados los grupos con el ejemplo de Clarós, se echaron sobre la guardia á la que cojieron prisionera despues de alguna resistencia. Con la velocidad del rayo se propagó la sublevación y llenándose las calles de gente rindieron á otra guardia que habia en el Hospital, y á una pequeña partida que bajaba del castillo para enterarse del estado de las cosas.

Tan afortunados comienzos animaron á todos y despreciando el peligro que les ofrecía el castillo de San Fernando, tocaron á somaten y al son de la campana acudieron los habitantes de los pueblos vecinos. Durante las primeras horas de la noche se hicieron iluminaciones en las calles y plazas, oyéndose en todas partes los más entusiastas vivas al Rey, á la Patria y á la Religión, formándose enseguida una junta corregimental á semejanza de la de Gerona.

Bien pronto debía empero suceder otra escena muy distinta. Irritado el comandante del castillo, preparó sus baterías y durante el resto de la noche estuvo impunemente bombardeando la población que sufrió desperfectos en una gran parte de sus edificios.

No se desanimaron por eso los bravos empurdaneses, antes al contrario, viendo malogrado su plan de tomar por sorpresa el castillo, se propusieron rendir á su guarnición por hambre, á cuyo fin organizándose á las órdenes de D. Juan Clarós y auxiliados por algunos soldados de la exigua guarnición de Rosas, establecieron un bloqueo formal, del que no desistieron a pesar de continuar los franceses el bombardeo de Figueras.

Comprendiendo los franceses el peligro que pasaba la guarnición de San Fernando y para socorrerla organizaron en Perpiñán un fuerte convoy que debía entrar de un momento al otro. La Junta de Figueras, noticiosa de esto, envió una diputación al capitan general de Mallorca pidiéndole se sirviese desembarcar en el Empurdan una parte de sus tropas para estorbar la entrada del convoy, continuar el bloqueo y salvar á Rosas de un golpe de mano.

Pero no creyéndose para ello autorizado el capitan general de Mallorca, hubieron de malograrse por entónces los entusiastas proyectos de los valientes empurdaneses (1).

Para terminar este capítulo daremos cabida á la circular que á todas las juntas de Cataluña expidió la de Gerona, apuntando los sucesos que se acaban de reseñar y pidiendo armas y municiones para la defensa de la ciudad, y tropas para su guarnición y la de Figueras y Rosas. Hé aquí el contenido de dicho documento:

"Para librarse esta ciudad y corregimiento de los insultos que le amenazan los enemigos, se ha levantado en masa: Los adjuntos impresos instruirán á V.S. de los que se ha practicado para la defensa general.

"Lo mismo ha hecho el corregimiento de Figueras, y el castillo de San Fernando se halla cercado por una multitud de paisanos, que han intimado ya la rendición á aquel castillo, y aunque por ahora no se ha rendido, y echa bombas contra la villa; el paisanage distante de amedentrarse se ha llenado de furor, y rabia, lo que hace esperar que en breve San Fernando estará por los españoles.

"La importante plaza de Rosas está ya por nosotros, y guarnecida por una columna, parte de tropa de línea y parte de paisanos, que se envió desde esta ciudad, y dispuesta á castigar qualquiera embarcación Francesa que tuviese el atrevimiento de presentarse á aquellas aguas.

"Lo que sobra aquí es valor y entusiasmo, pero nos faltan armas de toda especie, y municiones; el estado actual pide que se socorran las provincias mutuamente; y por lo tanto espera esta Junta que V.S. hará todos los esfuerzos posibles para remitir las armas, y municiones que pudiere, y al mismo tiempo procurar, caso de tener V.S. algun influxo, que venga aquí tropa de línea, que es absolutamente necesaria para defender el tan importante punto de Figueras, que es una de las llaves de España.

"Dios guarde á V.S. muchos. Gerona 16 de Junio de 1808.-- Julián de Bolívar.-- Juan Planella.-- Juan O-Donovan".

Emilio Grahit y Papéll


Notes

(1) Minali, Historia Militar de Gerona, p. 29; Ferrer, Barcelona cautiva, tomo primero p. 203 y 204 y tomo segundo pº. 18, 19 y 20 con referencia a un impreso titulado Respuesta á la pregunta ¿Qué ha hecho el corregimiento de Figueras? publicado en Tarragona en 1814.
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Botet per posar-hi pólvora. Ferro, llautó i llauna repussada.



Espasa de Napoleó a la batalla de Marengo, el 14 de juny de 1800.



Turquesa, motlle per fer bales de plom. Ferro forjat.


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.


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