Trabajos para la defensa de Gerona (I).

Los trabajos para poner la plaza de Gerona en estado de defensa, continuaban con un entusiasmo de que no es fácil dar una idea acabada. El P. Cúndaro, testigo presencial, dice á este propósito: "Era un espectáculo digno de presentarse para la admiración á los ojos de toda Europa, el cuadro de entusiasmo que presentaba entonces la ciudad de Gerona; no solo por la puntualidad en executar las órdenes y disposiciones de los espresados comandantes (1), si que también por calidad de las personas que con mucho cansancio, sudor y fatiga, se dedicaban, como si fuesen peones, á algunas de las faenas mecánicas que dexo referidas. ¿Qué sensible impresión ho hacía en los corazones el ver que los sugetos de las mas altas gerarquías no se desdeñaban de confundirse con los de la mas baxa condición, y de sacar con ellos espuertas de tierra de los que se llamaban fosos, para profundizarlos? Los eclesiásticos seculares constituidos en dignidad, los regulares graduados en sus respectivos órdenes, y aun elevados a la alta esfera de la prelacía, los militares condecorados conlos grados que les habían merecido sus servicios, las damas y señoras principales, llevaban el peso del calor y cansancio, del mismo modo que los clérigos inferiores, los legos y dovados de los conventos, los simples soldados, las mugeres ordinarias, la gente vulgar y plebeya. De todas las clases concurrían muchas personas á una obra tan importante como trabajosa, sin que se interrumpiera por esto la labor de la fábrica de cartuchos que duró mucho tiempo y á la que concurrían igualmente y trabajaban sin el menor interés, y por el sólo impulso del amor patriótico, sugetos de todos sexos y estados".

Con semejante entusiasmo todo era factible. No es pues de estrañar que en pocos días quedasen montadas cien piezas de artillería en disposición de hacer fuego. Se colocaron estacadas volantes en casi todos los baluartes, para dificultar el asalto. Construyéronse mil chuzos para suplir en lo posible la escasez de fusiles. Además, faltando tiempo y recursos para recomponer las torres avanzadas del castillo de Montjuich, se acabaron de arruinar las dos más inmediatas, cegándose sus fosos.

Mientras tanto la junta, cuya actividad era grande, no descuidaba los asuntos que podía llamarse exteriores. Comprendiendo cuanto importaba á Gerona y su comarca marchar acordes con las demás provincias de España, entró en relaciones con las otras juntas de la nación y á semejanza de éstas reconoció sin dificultades la supremacía de la establecida en Sevilla, al mismo tiempo que reconocía así bien, la superioridad de la de Lérida, como la habían reconocido las demás de Cataluña en lo referente á los asuntos de interés del Principado.

El día 3 del mismo mes de julio, por la tarde, tuvo la junta noticia de que los enemigos de Barcelona, proyectaban una expedición militar en toda forma para venir y apoderarse de Gerona á viva fuerza. Inmediatamente se determinó que pasase D. José Torres y Pellicer á la marina para practicar varias cortaduras en el camino y oponer obstáculos á la marcha del enemigo. Dirijióse dicho jefe sin pérdida de tiempo á San Feliu de Guixols, de cuya villa salió embarcado, con varios albañiles con sus correspondientes herramientas. Para sostener los trabajos que iban á practicarse, salieron tres corsarios de la propia villa, ó sean, una media galera al mando de D. Jerónimo Basart que iba de comandante de la escuadrilla, un javeque mandado por D. Bartolomé Bosch y una falúa al mando de un hijo de este de su mismo nombre.

Esta escuadrilla estaba organizada desde el mes de junio anterior, durante el cual apresó seis laúdes y dos javeques enemigos, procedentes los unos de Francia con víveres para Barcelona y de esta capital los otros con géneros para Francia, cargados entre todos de un considerable número de fanegas de trigo, costales de harina, arroz, plomo y campeche, que la junta de San Feliu de Guixols remitió inmediatamente á Gerona para el abasto y defensa de la plaza, junto con muchos cartuchos, plomo y otros efectos almacenados en aquella villa.

Para coadyuvar a la misión que llevaba Torres y Pellicer se previno á Milans que con los migueletes y somatenes que tenía á sus órdenes se adelantase y se le uniese en Arenys. Aquel ingeniero hallándose sobre Blanes, avistó una fragata inglesa que se dirijía a tierra, en vista de lo cual mandó una carta á su comandante por medio de un falucho, ofreciéndole cuanto necesitase. Contestó lord Cochrane, que era el jefe de dicha fragata, ofreciéndose, con la mayor atención, á ausiliar con sus fuerzas cuanto se le pidiese. Dicha contestación fué remitida á la junta de Gerona que se enteró de su contenido con suma satisfacción y en su vista nombró al capitán de Ultonia Don Guillermo Nigh, que poseía buen buen el inglés, para que en nombre de la misma pasase á cumplimentarse á Cochrane, como lo verificó sobre el cabo de Tordera.

De la junta de Sevilla recibió la de Gerona un impreso esplicando la manera como debían conducirse las províncias de España para rechazar la invasión francesa. Comprendiendo su alcance é importancia se mandó reimprimir en la siguiente forma:

"Prevenciones
"Que convendrá se tengan presentes en las varias Provincias de España, en la necesidad en que han puesto á esta los Franceses, de oponerse á la posesión injusta y violenta que pretenden tomar del Reyno los Exércitos de aquellos. No se puede dudar ni un momento de los esfuerzos que harán reunidas todas las provincias de España para impedir y destruir los malvados designios de los Franceses, y que sacrificarán hasta sus vidas, como que la ocasión más importante, y aun la única en la historia de la Nación, así en la substancia como en el modo horrible de ingratitud y perfidia, con que se ha empezado por los Franceses, se ha continuado y se solicita nuestra esclavitud.

"1. Sea lo primero evitar toda acción general, y convencerse de los peligros gravísimos sin fruto alguno, y aun sin esperanza de él, á que nos exponíamos en ella, y las razones de esta resolución son muchas, y que las penetrará qualquiera que tenga uso del entendimiento.

"2. Nos conviene pues una guerra de partidas, de embarazos, de consumir los Exércitos enemigos por falta de víveres, de cortar puentes, hacer cortaduras y demás en los puntos que convenga, y otros medios semejantes. Convida á ello la situación de España, sus muchos montes y desfiladeros, que ofrecen estos, sus rios y arroyos; la colocación misma de las Provincias para hacer esta guerra con felicidad.

"3. Es indispensable que cada Provincia tenga su General de conocidos talentos, de la experiencia, que permite nuestra situación, y que por una lealtad heróyca inspire toda confianza; y que por último cada uno de los Generales tenga baxo su mando Oficiales de mérito, y especialmente de Artillería é Ingenieros.

"4. Como la union combinada de los proyectos sea el alma de toda empresa bien concertada, y la que únicamente puede prometer y facilitar un éxito feliz, parece indispensable que haya tres Generalísimos y que estos se entiendan entre sí: á saber. Uno que mande en los quatro Reynos de Andalucía, Murcia y Extremadura baxa. Otro en Galicia, Estremadura alta, Castilla la vieja y nueva, y Leon. Otro en Valencia, Aragón y Cataluña; señalándose uno particular de mayor crédito para Navarra, las provincias Bascongadas, Montañas, Asturias, Rioja y el Norte de Castilla la vieja; para el fin que despues se dirá.

"5. Cada uno de estos Generales y Generalísimos formará Exército de tropa veterana y paysanage reunido, y se pondrá en estado de formar empresas, y acudir á los puntos más expuestos, manteniendo siempre comunicación abierta y freqüente con los demás Generalísimos, á fin de que todos procedan de acuerdo, y se auxilien los unos á los otros.

"6. Madrid y la Mancha, por su particular situación local, necesitan un especial General que concierte y execute las empresas aque aquella pide. Su único intento ha de ser embarazar los Exércitos enemigos, quitarles ó impedirles los víveres, atacarlos por los costados y las espaldas, y no dexarles ni un momento de descanso. Es notorio el valor de aquellos Pueblos; y abrazarán con ardor estas empresas, guiados como conviene. En la guerra de sucesión, entraron dos veces los enemigos en lo interior del Reyno y hasta su capital, y esta fué la causa de sus derrotas, de su entera ruina, y de que nada pudiesen conseguir.

"7. Los Generalísimos del Norte y Levante cerrarán las entradas de las Provincias de su mando, y vendrán al socorro de la que ataquen los enemigos, para evitar en quanto sea posible todo saqueo, y preservar sus Pueblos de los estragos de la guerra, facilitando estos intentos los muchos montes y desfiladeros que hay en los confines de estas Provincias.

"8. El destino del General de Navarra, Vizcaya y demás de este punto es el mas importante de todos; y para el qual auxiliarán los Generalísimos del Norte y Levante con las tropas y demás socorros que pida y necesite. Su empeño ha de ser todo cerrar la entrada de España á las nuevas tropas Francesas, y fatigar y destruir las que de España vuelvan á Francia por aquel punto. La situación local asperísima de aquellas provincias ayuda sobremanera este designio; y lo mismo se entienda dicho de los varios puntos por donde las tropas Francesas que están en Portugal pueden venir á España, y las mismas tropas Francesas pueden entrar por el Rosellon en Cataluña, no habiéndolo que temer mucho por Aragón: aun de Portugal no se cree salgan por las Proclamas que se han esparcido en aquel Reyno, y que han aumentado sin medida el odio que ya antes tenian á los Franceses, por los innumerables males que le han hecho sufrir, y la durísima opresión en que los tienen.

"9. Por lo mismo será muy conveniente que los Generalísimos y Generales publiquen y esparzan freqüentes Proclamas en los Pueblos, y exiten su valor y lealtad, mostrándoles que todo deben temerlo de la perfidia horrible con que los Franceses han obrado en toda España, y hasta con su Rey Fernando Septimo; y que si nos dominan, lo hemos perdido todo; Reyes, Monarquia, bienes, libertad, independencia y Religion; y que por lo tanto es preciso sacrificar bienes y vidas en defensa del Rey y de la Patria; y ya que la suerte, lo que no se espera suceda, nos haya destinado á ser esclavos, que lo seamos peleando y muriendo como hombres generosos, y no entregándonos vilmente nosotros mismos como ovejas al yugo, según que ha pretendido hacerlo el infame Gobierno pasado, añadiendo á la España su esclavitud, eterna ignominia y oprobio.

"Jamas nos ha dominado ni puesto el pié en nuestro territorio la Francia; muchas veces los hemos dominado nosotros, no por engaños sino por la fuerza de las armas; hemos hecho sus Reyes prisioneros, y hemos hecho temblar á la Nación. Somos los mismo Españoles, y ha de ver la Francia, la Europa y el mundo, que no somos ni menos generosos ni9 menos bravos que nuestros gloriosísimos Ascendientes.

"10. Se excitará á todas las personas instruidas de las Provincias á que trabajen, impriman y publiquen continuos discursos breves para conservar la opinión pública y el ardor de la Nación, con los quales refuten esos infames Diarios de Madrid, que la vileza del Gobierno pasado ha permitido y permite dar á luz en Madrid mismo, y que ha hecho circular, manifiesten sus falsedades y perpétuas contradicciones, cubran de oprobio á los miserables autores de esos Diarios, y alguna vez extiendan sus reflexiones á esos charlatanes gazeteros franceses hasta su monitor; y descubran y hagan públicas á la España y á toda la Europa sus mentiras horribles y sus elogios venales, que sobrada mnateria dan á ello. Tiemblen de España todos esos perversos, y hágase conocer á la Francia que los Españoles los han penetrado perfectamente, y que por lo mismo juntamente los abominan, los detestan, y primero perderán las vidas que sufrir su yugo inicuo y bárbaro.

"11. Se cuidará de hacer entender y persuadir á la Nación que libres como esperamos de esta cruel guerra, á que nos han forzado los Franceses y puestos en tranquilidad, y restituido al Trono nuestro Rey y Señor Fernando Septimo, baxo él y por el se convocarán las Cortes, se reformarán los abusos, y se establecerán las leyes que el tiempo y la experiencia dicten para el público bien y la felicidad; cosas que sabemos hacer los Españoles, que las hemos hecho con otros Pueblos, sin necesidad de que vengan los viles Franceses á enseñárnoslo, y que según su costumbre, baxo el pretexto de amistad y de deseos de nuestra felicidad, no traten, como no tratan sino de robarnos violar nuestras mugeres, asesinarnos, privarnos de nuestra libertad, de nuestras leyes y de nuestro Rey, y mofarse y destruir nuestra Santa Religión, como lo han hecho hasta ahora, y harán siempre mientras dure en ellos el espíritu de perfidia y ambición que los oprime y tiraniza.

"Por disposición de la Suprema Junta de Sevilla.-- Juan Bautista Pardo, Secretario.

"De acuerdo de la Muy Ilustre Junta Gubernativa de esta Ciudad de Gerona se reimprime en ella á 5 de Julio de 1808.-- Miguel Germén, Vocal Secretario".

Emilio Grahit y Papéll


Notes

(1) Los de artillería e ingenieros.
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Thomas Cochrane (1775-1860), comte de Dundonald i Lord Almirall. (Wikipèdia)



Lord Thomas Cochrane (1775-1860), com Gran Almirall de la Flota Grega. Litografia acolorida, segons pintura de James Ramsay. (Wikipèdia)



Lord Thomas Cochrane, de tornada a la Royal Navy, fotografiat l'any 1854. (Wikipèdia)



La fragata anglesa Tremendous en ple combat contra la fragata francesa La Cannonière, el 21 d'abril de 1806. Fragment d'un oli de Pierre-Julien Gilbert, 1783-1860. (Wikipèdia)



Fragment d'un model de fragata francesa de l'època, amb una vista del pont i la coberta. (Wikipèdia)



Fragment d'un model de fragata francesa de l'època, amb una vista de la proa. (Wikipèdia)



Fragment d'un model de fragata francesa de l'època, amb una vista de la popa. (Wikipèdia)


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.


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