Día 19 de setiembre de 1809 (5ª parte).

Relación de Nieto Samaniego.

"En la mañana de este día se advierten también movimientos del enemigo al parecer indeterminados, que acaso tendrian por objeto divertir y llamar la atención de los sitiados á objetos convenientes al sitiador, quien jamas tuvo ociosa la estratagema.

"Hacia las tres horas y media de la tarde llega al Comandante General un parte de la guardia del campanario de la Catedral, avisando de que algunas tropas enemigas bajan por el monte de Monjuich hacia San Daniel; inmediatamente llega otro parte del castillo de Condestable y otro del de Capuchinos, sobre el mismo objeto; al momento llega un aviso de la Catedral diciendo, que viene marchando el enemigo desde San Daniel y Monjuich hacia las brechas, y que muchos traen instrumentos de zapa.

"Oyese al mismo instante el rebato ó somaten en la Catedral, la generala avisa tambien por las calles el peligro y el ataque, y el sonido de campanas y tambores se mezcla con el estruendo de un formidable fuego de fusilería y de artillería: todo esto fue en un momento, por que estando ya los enemigos reunidos desde la noche anterior en San Daniel y en Monjuich y sus inmediaciones, puntos que queasi tocan con las murallas, y tirando á sorprehender los puntos que intentan atacar, apenas hubo intérvalo entre la salida de sus puestos, y su llegada á las brechas.

"Cada uno de aquellos fieros y valientes militares enemigos, parece según el denuedo y precipitacion con que atacan, que ha jurado en su corazon ser el primero en penetrar en la plaza, y en el vigor, osadia y fiereza de la primera impulsion de tan fuerte multitud, logran algunos que debian estar mal con su existencia, llegar como por encanto, entre el terrible fuego de los bravos defensores, hasta la primera quadra del arruinado quartel de Alemanes! Precipitanse sobre ellos algunos de los que se hallaban más inmediatos; van á ser exterminados por los valientes de Ultonia, pero la artillería enemiga desplomando sobre ellos un grueso paredon que los sepultó con algunos de los nuestros les ahorró parte del trabajo: asi fue conveniente para la plaza, que el enemigo queriendo sacar partido de la naturaleza del terreno atacado, continuase su fuego contra las mismas brechas aun en el mismo ataque, sin embargo de que elevando la punteria dañaba á los defensores, pudiendo ellos pasar por baxo sus tiros.

"Llegan á tiempo oportuno nuestros refuerzos, y por más que vigorosa y distramente combata el tenaz enemigo mucho tiempo; vemos con inexplicable júbilo volver la espalda á los restos de la primera division que se presentó al ataque, dexando la brecha y campo cubierto de cadaveres y moribundos!

"Reanímanse los bravos con el principio de tan gran victoria que interesa con el honor de las armas, nada menos que la preciosa vida de tantos héroes como tiene la plaza de habitantes y guerreros; y apenas gustan la dulce satisfaccion de haber rechazado tan fuertes y numerosos enemigos, nuevas formidables fuerzas devoradas del deseo de venganza, y ambiciosas del anhelado triunfo, trepando por los cadáveres de sus compañeros, vienen á probar si son más venturosos en la formidable contienda, pues que sus descansados y aguerridos miembros, van á batirse con los ya fatigados del combate, y sus intactas y bien conservadas armas, contra las ya usadas y desgastadas en el fuego.

"Arde el campo y las brechas, y el quartel derruido de Alemanes, en un horrendo y obstinado fuego de artillería y fusilería: vuela el Comandante general de peligro en peligro, distribuyendo el orden y ahuyentando con su presencia y exemplo el pálido temor que en vano tentaria usurpar el trono del valor ocupado por los defensores! Ellos son dignos del lauro que van á obtener.

"La horrible funcion se enardece, quanto más permanece, es tanto más tremenda y complicada!… La suerte no se decide, pues aunque al traves del humo y polvo se divisan innumerables enemigos tendidos en la espaciosa brecha y en el campo; anque muchos retroceden, ya forzados del terror, y ya bañado el suelo con sangre de sus heridas; muchos más se adelantan á ocupar los puestos de heridos, fugitivos y difuntos… Sigue el atroz combate animado por la obstinacion, y el ruido estrpitoso de campanas á rebato, los lastimeros ayes de los heridos, la explosion de bombas y granadas, y el estruendo de toda especie de armas, vienen á completar el horror del día grande de Gerona!

"Continua en fin, y se multiplica felizmente la destruccion, y repulsion del enemigo; y los que imitaban á sus valientes compañeros, y eran sus émulos en el avance, se ven precisados tambien á imitarles en la presurosa diligencia de salvarse, por que el Dios de los exércitos bendice las armas de Gerona en este día, y la victoria corona sus guerreros!

"Igual felicidad tuvieron los invictos defensores de las otras brechas, los de la puerta del Socorro, y fuerte del Calvario; pero no tanta gloria, por no haber tenido ocasión de vencer á tan crecido número de guerreros, aunque fuesen vigorosos los ataques principalmente en Santa Lucía!

"Queda por todas partes la circunferencia de la plaza desinfectada de la multitud que en buen orden la cubria: asómase el alborozo á los semblantes de los victoriosos; y la indigencia y escasez de alimentos que muchos habian ya padecido, principalmente la ínfima plebe, apenas dá lugar á que se manifieste la alegria en sus marchitos rostros! Y si bien veneramos con júbilo y admiracion á nuestros fatigados defensores bañados de heroyca sangre y de sudor, denegrido de la pólvora, y cubiertos de noble polvo adquirido en el combate; no es permitido á nuestro reconocimiento ofrecerles el descanso que huyó acaso para siempre del recinto de Gerona; ni siquiera un trago de vino para reanimar sus abatidas fuerzas, por que ya no existe sinó escasísima cantidad reservada para algun enfermo en los hospitales.

"Oyen algunos de estos heroes, las expresiones que dictaba la gratitud hacia ellos, manifestando un vivo sentimiento de que no hubiese medios de dar un refresco á los soldados: que importa responde, la gloria de este triunfo, que salva con Gerona la vida de nuestros hermanos, confortará nuestros miembros para continuar la grande obra en que nos hallamos empeñados!

"Quedó uno ó otro herido entre los muchos cadáveres cerca de las brechas, con cuyo motivo salió de la plaza una pequeña partida desarmada para recogerlos, y subministrarles los socorros que en tales casos dicta la humanidad, principalmente á los españoles, pero habiéndola hecho fuego los enemigos desde sus parapetos, sin duda por una mala inteligencia de algun centinela, tuvieron que retirarse: condenando así los sitiadores á perecer con el mayor desconsuelo y abandono á algunos de sus hermanos, entre los cuales hubo cerca de la brecha de Santa Lucía, un aleman cuyos lastimosos ayes, movimientos y contorsiones, se observaron por más de veinte horas: los cadáveres quedaron por lo mismo insepultos.

"En tales casos suele hacerse una suspension de armas en gracia de los heridos, y de la salubridad del ayre; pero en la absoluta incomunicacion con el enemigo, observada en todo este memorable sitio, pudieron sofocarse los gritos de la humanidad! Privarse de tratar con el enemigo según la práctica de la guerra, quando conviene á los hombres, es privarles de su derecho natural.

"Este horrible asalto solo nos costó sin incluir los muertos, el número de los heridos que se expresa á continuación; y aunque sea tan apreciable la sangre de nuestros defensores, no es proporcionada la pérdida á la obstinacion del combate, ni al precio de tan interesante victoria. El Regimiento de Ultonia, que fue el primero á contener el ímpetu del Enemigo en la brecha de Alemanes, perdió un teniente Coronel agregado (el citado Coronel Marshal) sobre Santa Lucía, el sargento mayor, y mortalmente pasado del pecho, aunque se curó con felicidad, un ayudante mayor: el cuerpo de artillería, al famoso Capitán Gerona: el tercio de Vich, un Capitán, etc. Mal herido el insigne Capitán Gerona, que tenia tan distinguido lugar en la pública estimación, no menos por su patriotismo, que por su infatigable actividad en el duro y peligroso servicio de su arma, le substituye casualmente el Señor Don Carlos Beramendi, quien con el Comisario D. Ignacio Ruiz, contribuyeron á la gloria de este día animando algun soldado que quedaba en la torre Gironella, y arrojando granadas de mano, y aun de ocho pulgadas, sobre los enemigos que se reunian al pié de la muralla que mira al monte Condestable, debaxo de la citada torre.

"Noticia de los heridos que resultaron del asalto que sufrió la plaza, el dia diez y nueve de Septiembre.

"Por bala de fusil

38

"De cañón

8

"De metralla

7

"De granada

4

"Heridos, fracturados y contusos por ruinas

46

"Contusos de rechazo de piedra

5

"Quemados

5

Total

115

Suplemento al Diario de Gerona del jueves 21 de Setiembre de 1809.

SEXTAS ENDECASÍLABAS.

"En las que se elogia el valor y patriotismo de la fidelísima é inmortal Ciudad de Gerona, manifestándose primeramente el amargo dolor que asaltó á Saint-Cyr, acompañado de su segundo Verdier, al ver que dicha Cuydad con sus heroycos esfuerzos le habian desconcertado el plan trazado para conquistarla.

¿Qué es esto, vil guerrero?
¿Por qué te muestras triste y afligido?
¿Por qué en tu rostro fiero
La amargura y dolor se ve exprimido?
¿Por qué tanta aflixion y pesar tanto?
Dime, ¿Cuál es la causa de tu llanto? (1)

¿Qué desastre ha podido
Cubrir tu corazon de luto eterno?
¿Qué causa ha esparcido
En ti la palidez del mismo averno?
¿Por qué por tus mexillas lagrimosas
Se ven correr dos fuentes tan copiosas?

¿Acaso te ha privado
La dura parca con su cruel guadaña
De algun amigo amado
De los que tiranizan nuestra España?
¿Será, monstruo feroz, éste el motivo
De tu triste pesar, el más activo?

¡Más, ah! El sentimiento
Que acongoja tu pecho entristecido,
Y le dá cruel tormento,
No, no trae el origen referido:
Otra causa más fuerte todavía
Te constriñe á gemir de noche y día.

Gerona, la invencible,
De puro patriotismo fiel dechado,
Esta ciudad terrible
Donde el francés orgullo es humillado,
Es el movil Saint-Cyr, de tu martirio,
Y la que acarrea un vil delirio.

Gerona, si, la fuerte,
La moderna Numancia memorable,
A tus tropas, la muerte
Dió, en pena de tu arrojo detestable:
Desconcertó tu plan este accidente,
Y ved aquí el dolor que tu alma siente

No dudo, has conocido
De nuestros gerundenses la energía:
Pues ves que han abatido
Tus águilas con suma bizarria;
Logrando al mismo tiempo con cañones
Destrozar tus impavidas legiones.

¿Pensabas neciamente
Que esta ciudad valiente, inexpugnable,
Cuya bizarra gente
Juró morir por su Fernando amable
A tus bombas cediera acobardada,
O al fuego del cañón fuera entregada?

¿Una ciudad constante
Asilo del más puro patriotismo
Y de su Rey amante,
Rendirse á un impostor, un intrigante?
¿Rendir el gerundense el estandarte,
Y entregar San Narciso á Bonaparte?

¡Oh locura extremada
¡Oh estólido Saint-Cyr, mortal demente!
¿Gerona, la esforzada,
La noble, la brillante y prepotente,
Rendirse á un mentecato galicano?
Primero morirá tu amo tirano.

Dime; ¿de qué sirvieron
Los ataques reñidos y obstinados,
Que á esta plaza dieron
Tan repetidas veces tus soldados?
¡Oh recuerdo! Sirvieron solamente
Para el destrozo enorme de tu gente.

Del asalto atrevido
¿Qué ventaja sacaste, afeminado?
¿No fuista bien batido
Y por nuestros atletas rechazado?
Tus soldados más fuertes, vigorosos,
¿No rindieron sus vidas en los fosos?

Allí, sí, allí acabaron,
¡Que sangre! ¡que cadáveres! ¡que horrores!
Allí su alma exalaron
Los de Marengo y Jena triunfadores:
Desde allí por fin (¡oh Dios eterno!)
Bajaron centenares al infierno.

¡Al muro de Gerona
Fenecer las columnas imperiales!…
¡Aquellos que pregona
La fama por guerreros é inmortales
Ser vencidos allí, y perder la vida!…
¡Oh afrenta para el Corso nunca oida!

Gerundense, venciste
Al gran conquistador, tan decantado:
Con valor le batiste,
Honra y gloria de nuestro Principado:
Estrellose en tus muros la arrogancia
Del bruto sanguinario de la Francia.

Tu esclarecido nombre
En tablas de marfil será esculpido;
Por que el mundo se asombre
Que atacando un exército aguerrido
Del fiero Napoleon tus fortalezas,
Rindieses con denuedo sus cabezas.

Cesa ya musa mía,
De cantar de Saint-Cyr y de Gerona;
Lee con alegria
Lo siguiente que tus cantos corona:
El gerundense ilustre y esforzado
Las Aguilas del Corso ha destrozado
.

P. E. Dr. J. R. y S.

Á LA INVICTA É INMORTAL CIUDAD DE GERONA. Octava Real.

Venciste, fiel Gerona, (¡qué memoria!)
Al francés orgulloso; le has pisado:
Llenóte tu valor de honor y gloria,
Y por ti todo nuestro Principado,
¡Que recuerdo hará de ti la Historia!
¡Cómo será tu nombre eternizado!
Diran los descendientes con ventura:
Gerona dio á los Galos sepultura.

P. E. Dr. J. R. y S.


Notas

(1) - Este verso falta en el suplemento del Diario de Gerona. Tornar al text


Back-Index-Next



Companyies fixes i Milicies urbanes. Fuseller de les companyies fixes de la costa de Granada. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Reial Cos d'Enginyers. Subtinent amb uniforme d'estiu. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Reial Cos d'Enginyers. Sapador del regiment de sapadors-minadors. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Milicies urbanes. Subtinent de les Companyies de Badajoz. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Milicies urbanes. Tinent de les Companyies d'Alcàntara. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.