|
||
|
||
Día 25 de Julio de 1809.
Suelto relativo al sitio.—“Los sitiadores economizan las bombas pero no las granadas y las balas, pues nos las regalan con profusion. Por no temerlas como se debe, se malogran algunas vidas, que mas valiera perderlas con utilidad de la Patria. Sus defensores hacen alarde de su espíritu, que deseamos sea mas reportado. Como quiera nada hay que recelar con semejante guarnicion que excede cada vez mas nuestras esperanzas, y se lleva en pos de si nuestra admiracion. Ella forma una muralla mas impenetrable que la que nos rodea, en donde quiera que ponga el pié. Sus hazañas que fuera de Gerona, merecerian atencion, se suceden con tanta rapidez que solo la ocupan en esta plaza por un momento. Se dirá con mucha verdad que Gerona ha sido escuela de valor por los modelos que en ella se ha manifestado, y formado con tanto lucimiento”. Sucesos del sitio. D. José Macip, subteniente del segundo de Barcelona, que mandaba una guerrilla en la noche del 24 al 235, hizo algunas observaciones frente Santa Eugenia; al mismo tiempo oyó un cañonazo y algua fusilería hacia la parte de Hostalrich. En la descubierta de la madrugada se encontró con la del enemigo y se tirotearon; mató un centinela é hirió dos, teniendo él un contuso de la caballería de San Narciso. El oficial de Borbón, D. Juan Antonio Illana que estaba de guardia en la poterna de Montjuich, vió dos columnas enemigas, formadas entre las torres de San Daniel y San Luis, desde las once hasta la una y media de la noche, durante cuya maniobra bajó alguna artillería á Puentemayor. Parte del Gobernador de Montjuich. “El enemigo ha tenido algunos heridos esta noche, pues se han oido muchos quegidos; y no ha cesado en toda ella de trabajar en frente de la punta del rebellín. Una bala hirió ayer tarde al capitán del tercio de Vich D. Sebastian Pinos”. El propio Gobernador de Montjuich en otro parte decía que faltaban dos cañones en la batería intermedia entre San Daniel y San Narciso, habiendo el enemigo durante la noche extendido su línea de centinelas en dirección á San Juan. El capitán de Borbón y comandante del rebellín D. Leonardo de Pontons, oyó á las dos de la madrugada algunos tiros de fusil cerca del campamento enemigo de Montagut y de sus resultas el toque de generala; á las tres de la misma oyó cuatro cañonazos del lado de Figueras. Durante la propia noche fue muy vivo el tiroteo entre los defensores de Monjuich y los apostaderos enemigos, impidiéndoles á estos avanzar sus trabajos todo lo que querían. Notose al amanecer que efectivamente faltaban dos cañones en la batería intermedia entre las torres de San Narciso y San Daniel y que prolongaban la tercera paralela hacia su derecha. Durante el día continuaron el fuego de fusil desde el caballero aun no concluido y desde los demás apostaderos. Por la mañana las baterías contra la plaza hicieron muy poco fuego. Por la tarde tiraron algunas bombas, granadas y bala rasa. Hubo varias desgracias personales. Un sargento muerto, un oficial y tres soldados heridos gravemente, así como lo fueron tres muchachos de una bala rasa. Se observó que desde la ermita de los Angeles bajaron dos columnas enemigas á Sarriá, desde donde emprendieron la vía de Bañolas. El enemigo no perdonaba trabajo ni penalidad de ninguna clase, con tal de poder acabar su empresa contra Montjuich, que era ya para él una mortificacion y un bochorno. Löbell dice: “El sitio de la plaza y del fuerte de Monjuich, siguió con las mayores penalidades; y como el ejército sitiador había quedado muy reducido por sus muchas pérdidas y enfermedades, los sanos y fuertes no descansaban un momento. Esto me sucedía á mí que tenía que quedarme á menudo cuatro ó cinco días seguidos con mi gente en las trincheras, donde se ahogaba uno por el mal olor que producían los cadáveres expuestos á los ardientes rayos del sol”. Medrano á su vez dice: “Los sitiados los incomodamos y ofendimos con todos los medios que para estos casos se recomiendan en las defensas de las plazas; esto es, les arrojamos bombas, granadas de obus y de mano, polladas, carcasas, piedras y cascos de bombas; proyectiles que les ocasionaron grandes daños y les obligaron á retardar y aun á suspender sus obras; pero algunas veces tuvimos el disgusto de oir quejas y alaridos en castellano y catalan, prueba evidente de que los heridos eran algunos de nuestros compatriotas que les obligaban á trabajar á la fuerza”. Oficio de la Junta de Gerona al General Blake. “Excmo. Sr.—Siguen los enemigos sus manionras, ya sean minas ú otras, á las inmediaciones del Castillo de Monjuich, igualmente que el bombardeo de la Plaza, en el que se reparó ayer mayor actividad por el excesivo numero, señaladamente de granadas y balas que tiraron. “La limitada guarnicion y paisanage, aun que tan fatigados, tienen que hacer el servicio. Falta ya casi de todo, el vino para el abasto del vecindario; escasean la carne, el pan y otros artículos; se acaba el recurso de los préstamos, por hallarse estos vecinos sobradamente exaustos y faltaran muy luego los caudales. De suerte que va á ponerse la cosa en un estado infeliz, que seguramente excitará un lastimoso clamor. “Espera pues esta Junta que convencido V. E. de tan constantes verdades, se servirá activar la venida de sus tropas al socorro de esta importante Plaza, con la prontitud mas posible afin de que quede libre de tantas aflixiones, contingencias y peligros, que van aumentándose cada día mas. “Dios guarde á V. E. muchos años. Gerona 25 de Julio de 1809.—Excmo. Sr. D. Joaquin Blake, Capitan General, etc.”. En parecidos términos se ofició al general Quadrado. Noticias de la actual provincia de Gerona. Oficio del General Quadrado á la Junta de Gerona. “Apesar de que no se omite medio imaginables para proporcionar el posible ausilio á esa gloriosa Plaza; quedan no obstante sin efecto los desvelos y proyectos: Esto llena mi alma del mayor dolor que no me permite un instante de sosiego. No puedo entender las ocurrencias que se observan; principalmente cuando entran unos, y otros no: Vacilo, y con razon, de la lealtad de algunos, que obligados de su deber, se entregan á la indiferencia; y no redoblan sus esfuerzos para realizar las empresas que se les confían: Con efecto, el Excmo. Sr. general en Gefe, determinó en fuerza de sus grandes conocimientos militares, que por pequeñas partidas de tropas, se introdujese el posible y hasta el necesario socorro en esa Plaza; que se conseguiría dentro de poco tiempo, por que no debía haber intermision en las remesas. En fuerza de esta determinacion de S. E. he tomado las mas oportunas medidas para dejar cumplido quanto se sirvió insinuarme: Quando aguardaba pues el feliz resultado de la primera remesa de 84 hombres, me hallo con la triste noticia de que solo lo han verificado 16: Puede que VSS. conozcan la causa de estos incidentes; pero yo afirmo bajo mi honor, que no me es posible llegar á tocar esta Piedra Filosofal: Este es el resultado de mis afanes; este es el movil de mis sentimientos: Y este finalmente es el instrumento de mi confusion, de mi sorpresa, de mi impaciencia; y este será el origen de mi desesperacion. Quisiera pues que VSS. se sirviesen decirme de que medios puedo y debo valerme para proporcionar el alivio necesario á esa estrecha y afligida Plaza; asegurándoles no omitiré diligencia, ni medio asequible para poner en execucion quanto me digan al propio fin. “Desearia que pues que el Cielo no protege mis deseos, aumentase de un instante á otro el heroismo de esos Heroes Gerundenses, tan dignos del general aprecio y eterna memoria: Quisiera, aseguro á VSS. que el Todo Poderoso les prodigalizase todo el necesario valor, para que por si solos, concluyesen la grande obra que han principiado; y que así la sostienen y defienden con justa emulacion de todo el universo. “Dios guarde á VSS. muchos años.—Quartel General de Hostalrich 25 de Julio de 1809.—Pedro Quadrado.-- A los Sres. Vocales de la Inmortal Gerona. “P.D. La noche del 23 se embarcó en Tossa otro refuerzo de 114 hombres y se continuará su intermision”. Bibliografia. Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894. |
|
|
