Día 31 de Octubre de 1809.

Santoral: noticias de Nueva York del 12 de junio: un articulo titulado Variedades: y otro Literatura, Elogio de los buenos españoles que han muerto en esta guerra.

Sucesos del sitio.

El enemigo intentó apoderarse por sorpresa de las brechas. Al efecto á las 4 y media de la madrugada, una partida de tiradores se acercó á las de Alemanes y otra á la de Santa Lucía, mientras una tercera se presentaba al rastrillo del camino cubierto del baluarte de San Pedro.

Su intento salió frustrado. Un cañonazo á metralla desde dicho baluarte y la fusilería de las mismas brechas, bastaron para hacerles retroceder con mucha precipitación dejando algunos muertos.

Durante estos movimientos el enemigo hizo mucho fuego de fusil desde la trinchera, resultando un granadero muerto y dos soldados contusos.

El teniente D. José Camps dio parte de que en la mañana de este día una partida enemiga persiguiendo á un sujeto por el camino de San Pedro á San Daniel, llegó á cincuenta pasos más allá del puente, pero la fusilería de las brechas de Alemanes y San Cristóbal la hizo retroceder inmediatamente, en cuyo momento la batería del olivar tiró con bala y metralla contra dichas brechas.

Entre diez y once de la mañana, según unos ó entre once y doce según otros, tres oficiales enemigos, si bien no falta quien diga que era uno solo, con señales de querer parlamentar, se presentaron á las avanzadas que tenían apostadas al extremo del derruido arrabal de la Rutlla, llevando un pliego para el gobernador. El oficial de nuestra avanzada más inmediata, le intimó á que se detuviese y despachó un ordenanza de caballería para que diese parte al general de lo que ocurría.

Sucedió que mientras el ayudante de la plaza iba con la orden de Alvarez de hacer retirar al parlamentario, dispararon los artilleros enemigos de Montjuich una granada. Irritados con esto los de la plaza que dirijían la punteria en los baluartes inmediatos á la avanzada, dispararon varios cañonazos con metralla, habiéndose asegurado que uno de ellos derribó del caballo al trompeta. Los demás viendo el peligro, se marcharon sin aguardar la contestación.

A las dos de la tarde despachó el general enemigo otro oficial que se presentó al estremo del último ramal de trinchera frente á Santa Lucía, con una carta para el gobernador, en la que se le daba satisfaccion, según dijo el parlamentario, del agravio de la mañana, pues á su jefe le había sido muy sensible que no hubiese llegado á tiempo al castillo de Montjuich la orden de suspension del fuego. El comandante de la brecha le previno que se marchase al momento, pues tenia orden del general de no recibirle.

Repitióse por tercera vez la embajada á las cuatro de la misma tarde. Envió Augereau entonces un jefe de graduación, con varios oficiales y un trompeta. Llegó á las ruinas de la torre de San Juan y dijo al comandante de la brecha de Santa Lucía que noticiase al gobernador de la plaza, que el general sitiador tenia que comunicarle un asunto muy interesante, á cuyo fin, si lo permitía, enviaría un oficial general, y si no quería convenir en esto, se sirviera al menos enviar un oficial de graduación de la plaza á su cuartel general.

Alvarez enterado por un oficial de dicha brecha, ordenó que el comandante de la misma contestara al parlamentario que el general gobernador de Gerona, no quería admitir ni enviar parlamentario alguno y así que se retiraran al instante. Hiciéronlo, manifestando que á la mañana siguiente repetirían la misma solicitud.

Parte del teniente coronel D. Felipe de Fleires, comandante del primero de Talarn y jefe de día, con esta fecha:

"El enemigo ha creido amedrentarnos con las bombas que ha arrojado sobre la Plaza y movimientos que ha hecho con sus guerrillas sobre las brechas, pensando hallar nuestros puestos descuidados. A las quatro y media de esta mañana se acercaron á la brecha de Santa Lucía, de la qual por el pronto fuego que se les hizo se retiraron con precipitación y dirigieron á la puerta de Francia, llegando su atrevimiento hasta á aproximarse á la misma puerta: aquí lograron igual suceso que en los demás puntos, pues fueron rechazados con la acostumbrada bizarría de nuestros soldados, y por la metralla que disparó el cañón del baluarte de San Pedro.

"Según los partes que me han dado los Comandantes de los puntos, se cree que el enemigo habrá perdido unos diez ó doce hombres, y mayor número de heridos; por nuestra parte ha habido un muerto y dos gravemente heridos de la segunda compañía de granaderos del Regimiento de línea de Baza y un contuso del primer tercio de Gerona".

El Diario de Gerona del siguiente día refiere el lance del parlamento en los siguientes términos:

"No parece quedó muy satisfecha la curiosidad militar de Augereau con esta diligencia: (los fuegos de la mañana) para indagar más á fondo la disposición de nuestros espíritus, envió poco antes del mediodía tres oficiales y un trompeta que con señales parlamentarias se presentaron ante el parapeto ó avanzada que tienen en el camino de Barcelona. La guarnición estaba en espectativa mientras se daba parte á nuestro General y llegaba su orden: y aunque se puede conocer qual sería, los señores franceses no dieron lugar á ello, pues en este intermedio empezó Monjuich á despedir granadas. Esto bastó para que nuestros artilleros irritados les hiciesen fuego de metralla desde los baluartes, de que resultó que uno de ellos que se cree ser el trompeta cayó del caballo y los que le acompañaban no esperaron otras razones.

"No se sabe si el Señor Mariscal conoció la indisciplina militar que se había cometido contra el derecho de gentes, ó si estaba empeñado en hacernos tragar el parlamento: lo cierto es que en la tarde del mismo día se presentó igual embaxada debaxo de la torre de San Juan: pero por la orden de nuestro impertérrito Gobernador tuvieron que retirarse con su sermón en el cuerpo".

Resúmen del mes de octubre.

El número de enfermos aumentaba cada día, igual que las calamidades. Aparecieron nuevos males como el escorbuto, la disenteria y la calentura nerviosa castrense, acompañada de diferentes jugos morbosos, de modo que si en setiembre llegó á morir el 7 por ciento, en octubre subió al 12.

El escorbuto se manifestó primero en los niños y jóvenes. La tropa sufrió mucho de esta enfermedad y de la disentería. La fiebre nerviosa atacó principalmente á las personas de vida estudiosa y sedentaria, como sacerdotes, religiosos, literatos y facultativos, atacando también á aquellas personas cuya imaginación estaba muy agitada. Las raras convalecencias que existían se hicieron muy lentas, prolongadas y difíciles.

Los facultativos enfermaban á causa del contínuo trabajo y asistencia en la viciada admósfera de los hospitales, multiplicando el trabajo de los sanos.

La admósfera se hallaba en extremo viciada. Al principio de este mes se enterraban unos 35 cadáveres diarios, ascendiendo á 70 muy luego el número de los mismos. En los hospitales murieron 793 personas, sin las que fallecieron en sus casas, en las iglesias, debajo los pórticos, y hasta en las mismas calles.

Desde el 29 del mes anterior hasta este día, se consumieron para alimentar á la tropa y habitantes, 101 caballos, 47 yeguas, 18 potrancas y 7 mulas. Quedaban existentes en la plaza para el consumo, 30 mulas, 49 machos y 19 asnos. Ya queda dicho que los caballos del escuadron de San Narciso fueron excluidos del sorteo, lo mismo que 24 machos que se necesitaban para el transporte de artillería, conducción de municiones á los baluartes, y servicio de carros para enterrar los muertos.

El enemigo disparó en este mes contra la plaza 240 balas rasas 233 granadas y 387 bombas.

En la Relación histórica de las defensas de Gerona en 1808 y 1809 por el Mariscal de Campo D. Miguel de Haro, se hace la siguiente pintura de Gerona en este mes:

"En todo Octubre solo se ocuparon los enemigos en tener corrientes sus baterías y trincheras y hacer fuego contra las reuniones de gente para impedir los trabajos. Por las noches arrojaban bombas de cuarto en cuarto de hora y alarmaban á menudo á los defensores de las brechas para molestar la guarnicion y vecindario: limpiaron de escombros el castillo de Montjuich, é hicieron en él algunas obras de defensa: construyeron dos reductos en las alturas de S. Medir y Puig-blanch, al pie de Costaroja, para estrechar más el bloqueo; y luego llegó á tanto su cuidado y vigilancia, que por las noches ponían perros en las sendas y caminos, y por la parte de las montañas ataban cuerdas de un arbol á otro, colgando en ellas campanillas para descubrir al que intentase pasar, de cuyas precauciones fueron víctimas muchos paisanos de los pueblos inmediatos, que viniendo á la Ciudad con algunos víveres sobre sí, ignoraban tan estraño sistema de bloqueo.

"Los desgraciados habitantes de Gerona, familiarizados ya con todo género de peligro, veian resignados arruinarse la ciudad, y sólo aspiraban á la conservacion de su libertad, único bien que podia resarcirles del sacrificio que con imperturbable esfuerzo estaban continuamente haciendo, así de sus vidas como de sus propiedades.

"El gobernador é intendente habían tenido orden de acopiar víveres solamente para cuatro meses, creyéndose sería el término máximo que podría durar el sitio; y aunque á mayor abundamiento se obligó á los vecinos á proveerse cada uno en su casa para igual tiempo; como se hubiesen pasado ya cinco, y el convoy de primero de Setiembre apenas alcanzase para quince días, se hallaba á esta sazon la plaza en la mayor penuria.

"No faltaba sin embargo trigo; mas no era posible molerlo por haber cortado los franceses el agua de los molinos desde los primeros días del sitio, y haber sido tan mal construidas unas tahonas que se hicieron á mediados de Setiembre, que no daban la cuarta parte de la harina necesaria para la ración del soldado.

"Los vecinos hallándose en igual caso molian con molinos de café, con cascos de bomba y con otras mil máquinas que inventaban la necesidad.

"Pero la miseria iba sin embargo en progresion infinita; el soldado no recibia mas pan que un cuarteron cada dos ó tres días, que devorándolo al salir del horno, más bien le dañaba que nutría; se acabaron tambien las menestras y el tocino y se hacia el rancho con trigo cocido, que era necesario quebrantar con piedras ó cascos de bombas para que pudiera recibir esta preparacion, dándose solo cinco onzas de aceyte para cada veinte plazas: despues como decayese enteramente la salud de la guarnicion fue necesario distribuir de dos en dos días carne de caballo, en que se emplearon primero los de los oficiales, y enseguida todos los mulos y burros y los machos que entraron con el convoy.

"De los habitantes que habían ya consumido sus víveres, pero señaladamente de los refugiados á la plaza al principio del sitio, morian infinitos por las calles sin otra dolencia que el hambre. Los hospitales estaban llenos, y no habia camas ni aun lugar para tantos enfermos.

"Se concluyeron asismismo los zapatos y toda clase de sueros, y de un poco de cáñamo que pudo recogerse se hicieron alpargatas para la guarnicion.

"Tampoco había leña, ni carbón, ni otra especie de combustibles, que las maderas de los edificios que arruinaban las bombas; pero siendo indispensable que las fraguas de las maestranzas continuasen su trabajo, dispuso el gobernador se hiciese carbon de los matorrales que habia al pie de los fuertes, para cuya corta eran necesarias continuas salidas afin de que los enemigos no impidiesen la operacion.

"La junta gubernativa de la ciudad que desplegó en todas ocasiones el mayor celo, patriotismo y actividad, proporcionó cuantos auxilios la inspiraron tan nobles afectos. Recogió de los vecinos muchas sábanas y camisas para los hospitales, cuantas telas y cortinas tuvieron para sacos de tierra, y pipas y toneles para la construccion de espaldones y otros servicios de artillería é ingenieros".

La horrible situación de Gerona, fue causa de que empezaran á ofrecerse algunos descontentos apesar de la energía del gobernador, de las demás autoridades y de la junta. La duracion del sitio con sus diarios accedentes [sic], el espectáculo del hambre, la peste y la muerte diaria de tan número de personas, eran objeto de la conversacion de todos, y algunos menos animosos, no se ocultaban de manifestar que no creían posible la continuacion de semejante estado de cosas. La opinión pública batizó [sic] á estos sujetos con el dictado de los agonizantes, por sus pronósticos pesimistas, tristes y amedrentadores.

Nieto Samaniego, al tratar de dichos Agonizantes, dice: "Esta especie de gente que de ordinario muere de diarrea, se ocupaba en la puerta del Areny, en contar los muertos que llevaban á enterrar, y decían públicamente que en este mes habían salido por ella de treinta y cinco á setenta cadáveres diarios; esto es treinta y cinco el día que menos, y setenta el que más, y aunque pretendian exagerar nuestros males se quedaron cortos en este cálculo.

"Llamábamos Agonizantes á todos aquellos tímidos hiponcondríacos, que debiendo tener más presencia de espíritu que el comun de los hombres, por sus luces ó por su profesión, hablaban contínuamente y sin reserva de mortandad, ruinas y estragos, que seríamos todos degollados por el enemigo cuya entrada no podíamos impedir por tantas y tan dilatadas brechas; que era vana é ilusoria la esperanza de socorro, y otras especies de este jaez, que aun cuando fuesen bien fundadas deben ocultarse al público, por que jamas pueden contribuir sinó al abatimiento del ánimo, degradación del individuo que intempestivamente se produce en tales términos, á proporcionar ventajas al Enemigo, incomoda á sus consocios y estar ellos en una continua angustia.

"Tales sugetos contagian con los hálitos de su razonamiento en razon directa de la opinion y representacion que tienen, por que tambien estos avichuchos suelen representar; haylos de varias clases, y optan á muchos empleos: por mi, les condeno á ser separados de toda sociedad española si son remitentes, principalmente en las posesiones apuradas de un exército: estos enfermos son difíciles de curar, y el mejor medicamento que he observado para ellos, es una buena dósis de ridículo con direccion y oportunidad".

Para ridiculizar á estos sujetos se publicó, en hoja suelta, un impreso del tenor siguiente:

"I. Compendio Lemyotico aphoristico de un buen Agonizante, por el qual todo rancio Español distinguirá, y podrá librarse de esta contagiosa raza de Ermaphrodito - simios.

"Se fastidia todo lo que huele á hombre: por eso va cargado de frasquillos de espíritus adoríferos tan fútiles como el suyo, embarnizado de pomada y rociado de polvos, todo afin de cargarse de aromas, y hacerse singulier et remarcable.

"II. Péynase siempre y viste á la derniere.

"III. Los pendientes, anillos, cadenillas, trenzas de vello del otro sexo en señal de memoire, et fidelité, alfileres, peynecitos, cepillitos, espejitos y otras mil zarandajas de quincalleria, brillan en su diminutivo de su persona, gabinete y tocador, donde es constitucion de la hermandad estar cada día siquiera dos horas, lávanse diariamente la cabeza y otras regiones, fumar alguna pagilla, y esto aunque se falte á los deberes, por que siempre hay á la mano algun maldito flato, dolor de estómago, ú otro mal con que soldar la falta.

"IV. Le Vide, es inseparable de los Agonizantes ya profesos, provisto á lo menos de un par de xeringas, una ordinaria manejable par soi meme, y otra para la uretra, quando no se mezcle tambien la uterina, para favorecer alguna dama de confianza.

"V. Es necesaria á un buen Agonizante una mediana provision de chemisettes ya que la naturaleza repugna la generacion de esta raza Ermaphrodito - símica. Fastidia el considerar aun por el foro tales figurillas gallo - hispanas, ¿y qué sería si los viésemos por dentro á libro abierto? Permítanse siquiera dos renglones.

"VI. El que tenga los caracteres externos ya citados, véase si es hipócrita en Religión, en amistad, en fidelidad, en el cumplimiento de sus obligaciones, y hasta en la lascivia de que suele abundar: pero ya adelantando en la carrera, habla sin freno, de la plenitud de su corazon.

"VII. Es buen egoista: su honor consiste en su comodidad: es docil, solo para amoldarse á quanto satisfaga sus antojos, no hay hombre en la fatiga, y la convulsion y el desmayo se apoderan de él quando le amenaza el peligro: es decir, agoniza".

Las reuniones, pesimismos y conversaciones que tenían lugar con motivo de los llamados agonizantes, llegaron á oidos del general Alvarez que se mostró muy disgustado con ello. Cierto día que uno de tales sujetos se atrevió á hacerle reflexiones sobre lo largo del sitio y la imposibilidad de defender la plaza por más tiempo, y de rechazar un nuevo asalto general, en el cual habían de empañarse el honor de la ciudad y la guarnición; le contestó arrebatado y furioso: "¿De modo que Vd. es el único cobarde que hay aquí? Bien: cuando falten del todo los víveres, nos lo comeremos á Vd. y á los demás de su ralea".

Si embargo el mal era muy grave y el remedio no se presentaba, perdiendo así muchos la esperanza de que tantos esfuerzos y tantos sacrificios como se habían hecho para la defensa de la ciudad y obispado, pudiesen verse recompensados con el levantamiento del sitio, que si se hubiese logrado, hubiera vuelto á reanimar al paisanaje, y tal vez el ejemplo, imitándose en otros puntos de España, hubiera hecho menos duradera la guerra de la Independencia.

Hemos visto las reuniones de militares á principios de este mes, clamando por que se les alimentase, ya que no se les daban las pagas, ó si acaso se les pagaba era una pequeña parte de sus haberes, con lo que no tenían para subvenir á ninguna de sus primeras necesidades.

De la relación que Nieto Samaniego hace del estado de Gerona en el mes de octubre, tomamos lo siguiente.

"La estrechez del bloqueo, bomba, granada y bala de todas clases, alarmas nocturnas, trabajos de defensa, gran fatiga, la indigencia, penuria, desnudez, hambre, la enfermedad y la muerte, todo concurre en el decurso del mes de octubre, á la aflixion y ruina de la ínclita Ciudad, y nada es supérfluo ya que se ha de cumplir el decreto de humillar su noble orgullo.

"La esperanza de socorro, contínuamente prometido y nunca efectuado, comienza á entiviarse y producir malos efectos en los ánimos de algunos; secos los macilentos ojos de mirar al horizonte noche y día por si llegan á percibir alguna señal de los ataques, y socorros prometidos para alimentar nuestra rara esperanza, apenas hallan en la inmensidad de la naturaleza otros objetos en que emplearse, que los dictados por el vehemente deseo de la redencion: háblase de ella contínuamente, pero jamás llega el deseado día…

"La falta de los molinos que nos llegó á poner en los mas extremados apuros, se suple moliendo el trigo entre dos piedras, en los almireces, con balas y abundantes medias bombas, que apesar del enemigo nos servían de morteros: militares y ciudadanos emplean de mil modos la industria segurida por la imperiosa necesidad, para convertir en harina el trigo de que han de sacar el mísero bocado de pan que llegan á obtener á fuerza de trabajo: el arte de hacer harina logra esta vez el mas alto y justo aprecio, la escasez y defecto aun de los alimentos de primera necesidad, se multiplica con rapidez, y los males se aumentan al tenor de las necesidades.

"Nadie está exento de las plagas que relaxarán al brazo del sitiador la ínclita ciudad, pues que no puede ser vencida con otro género de armas! General, gefes, oficiales, soldados, venerable clero, nobleza y plebe, todos en justa proporcion son afligidos del azote, y en la atrocidad del dolor, concurren todos con noble emulacion á la gloria del gran sacrificio, con su valor, inteligencia, y pericia militar, bienes, persuasiva, privaciones, representacion y influxo, preciso es que todo concurra á completar la pasmosa obra que ha de inmortalizar y añadir timbres á las glorias de Gerona.

"Las inusitadas carnes de caballo, mulo y jumento, no tardaron en ser generalmente bien admitidas, aunque entre el comun de los hombres no faltasen escrupulosos, ya por natural repugnancia, y ya en uno y otro particular por deseo de salir de tanto tropel de penas para cuya continuada tolerancia no era facil avenirse con el sufrimiento: estos pocos para sostener sus designios procuraban en sus conversaciones y corrillos degradar estas carnes con discursos serios y ridículos…"

Concretándose al estado de la salud pública, añade: "La fiebe nervosa complicada con afectos [sic] gástricos, el escorbuto y la disenteria hacían grandes estragos: el escorbuto se manifestó primero en los niños y jóvenes, la tropa padeció mucho de él y de la disenteria: la fiebre nervosa atacó principalmente á las personas de vida estudiosa, como sacerdotes, religiosos, literatos y facultativos, y á aquellos cuya imaginación estaba muy agitada, curábanse pocos con respecto al número de enfermos por la presencia de las causas y por la falta de alimentos, medicamentos y asistencia.

"Luego que se manifestaban úlceras escorbúticas en la boca hacían tales progresos que en pocos días corrompían las encías y carrillos; el abatimiento de los pacientes era tan extremado, que ni aun les quedaba accion para arrojar ó inclinarse para dexar caer la pituita y sordideces que producen tales úlceras, lo mismo sucedía con las naturales evacuaciones, cuyas materias se iban del cuerpo sin ser expelidas por accion voluntaria, y aunque alguno tuviese fuerza para tomar por si los enjuagatorios, y uno ú otro medicamento de los que podíamos disponer, era tal su dejadez y abandono que no usaba del medicamento para no alargar la mano para tomarle, lo que ocasionó á los facultativos un trabajo penosísimo y peligroso: luego se presentaba la asquerosa y mortífera disentería que en breve termibana la muerte.

"Las fiebres nervosas terminaban ordinariamente mal, en los tres ó quatro últimos días de la segunda semana, las que terminaban bien se prolongaban más allá del veinte y uno y todos por lisis: las raras convalecencias eran muy lentas, prolongadas y difíciles.

"De unos y otros males y de las armas, resultaba un horroso número de muertos con respecto á la población: el camino del cementerio estaba contínuamente practicado por los enterradores y carros de muertos!…

"El estado de los hospitales á cargo de la Cirujía - Médica, era á fin de este mes según se manifiesta á continuación,

"Entrados	Salidos	Muertos	Existentes
172	175	88	298
"Clase de enfermedades que padecen
"Heridos, contusos y fracturados			191
"Quemados			8
"Escorbúticos			17
"Galicados			1
"Afectos varios			15

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