Preparativos para el tercer sitio de Gerona (V).

En el mismo día, á las dos en punto de la tarde, fingiendo una alarma mandó tocar generala y todo el mundo militares, paisanos y eclesiásticos empuñaron las armas y corrieron á ocupar sus sitios, disupuestos y hasta deseosos de recibir al enemigo. Álvarez montó á caballo, llevando en su sombrero una cinta roja colocada diagonalmente, en la que se leía en negros caracteres: Por Fernando 7º vencer ó morir. Recorrió todos los puntos de la plaza, fuertes, baluartes, murallas, retenes y demás, acompañado de su estado mayor, ayudantes de campo, el asesor, varios oficiales y una partida de caballeria del escuadrón de San Narciso. El pueblo y la guarnición comprendieron instintivamente que aquel era el jefe que ellos necesitaban y á los gritos entusiastos de viva Fernando séptimo, y viva el Comandante general, se estableció entre Álvarez y Gerona una alianza tácita, que fue la que permitió llevar á cabo la gran defensa que motiva el presente trabajo, alianza que aun dura, aunque no sea ya sinó por el respeto y cariño con que se conserva su recuerdo.

Alvarez comprendió el escelente efecto que había producido y la confianza que desde aquel momento inspiraba, y para completarla, para satisfacer los deseos de los gerundenses, cuyo entusiasmo es inesplicable, publicó el siguiente bando:

"Don Mariano Alvarez de Castro, Lopez, Gonzalez del Pino, Troncoso de Lira, y Soto Mayor, etc. Caballero del Hábito de Santiago, Brigadier de los Reales Exercitos, Capitan de Reales Guardias de Infanteria Españolas, Gobernador Militar y Político interino de esta Plaza y sus Fuertes, Subdelegado de Rentas Reales, Comandante general de la Vanguardia del Exército de Cataluña y tropas del Ampurdan, y Presidente de la Junta de Gobierno, unida con la de Figueras.

"Gerundenses, los enemigos propalan querer por tercera vez probar vuestros esfuerzos; propalan ademas tener ganada esta Ciudad por traicion; pero yo que conozco por esperiencia vuestro patriotismo, vuestro valor, y la fidelidad que tenéis á Fernando VII, estoy sin el menor recelo, asegurado que me acompañais en la resolucion firme que tengo hecha de defender la Plaza hasta perder la ultima gota de mi sangre: Sí, Gerundenses, toda la Nacion esta prendada de vuestros procederes, y yo el mas feliz de estar entre vosotros; sin embargo, para atajar cualesquiera maquinacion que pudiera haber inventado el enemigo con introducir en la Plaza algun perverso: para el caso de presentarse los enemigos al frente de ella: impongo pena de vida executada inmediatamente á qualquiera persona, sea de la clase, grado, ó condicion que fuere, que tuviese la vileza de proferir la voz de rendicion, ó capitulacion.

"Gerona 1º de Abril de 1809.-- Mariano Alvarez.-- Por disposicion de su Señoria.-- Dr. D. Andres Cavallero".

Publicóse y fijóse en las esquinas este bando por el mismo asesor secretario acompañado del Sargento Mayor de la plaza el teniente coronel D. Juan Molinas, escoltados por varios piquetes de granaderos y partidas de tropas, entre los acordes de las músicas de los regimientos de Ultonia y Borbón, y á los gritos de viva Fernando 7º que proferia una estraordinaria y entusiasmada muchedumbre que seguía á la comitiva oficial y aplaudía el bando á cada lectura.

Pasando ahora á otro asunto debemos consignar, para seguir el orden de fechas, que el Secretario de la Junta de Gobierno, D. Miguel Germen fue jubilado, y en consecuencia en 5 de Abril fue nombrado en su reemplazo D. Francisco Puig y Dorca con el haber de doce reales diarios.

D. Francisco Puig y Dorca fue uno de los que en el seno de la junta gubernativa mas contribuyeron á la defensa de Gerona, como se consigna en la certificacion que se le expidió de sus méritos y servicios y cuya copia es como sigue:

"Nos la Junta de Observación y Defensa de la Ciudad y Corregimiento de Gerona, residente en la villa de Canet de Mar.

"Certificamos: que D. Francisco Puig y Dorca, natural de dicha Ciudad, teniente del primer tercio de Cataluña, creado en la anterior guerra contra la Francia, y notario real y publico del numero y Colegio de la misma Ciudad, el dia 5 de junio de 1808 fue elegido por los Colegios, gremios y parroquias de la referida Ciudad, para exponer á su Gobernador y Ayuntamiento la necesidad que había de ponerla en defensa, en ocasión en que había una numerosa división francesa en la ciudad de Mataró y otra en la villa de Figueras, lo que ejecutó con emocion y energia en el mismo dia ante dicho Ayuntamiento, presidido por el gobernador, de que resultó la Junta de Gobierno que se instaló al mismo día y fue de ella elegido vocal el dicho D. Francisco Puig y Dorca: quien con su celo y procedencia cooperó á que no se derramara una gota de sangre en los días de la revolución, cuyo torrente impetuoso no paró hasta que el trabajo de poner corriente, en lo posible, la fortificacion de la ciudad; tuvo ocupados los vecinos y los forasteros que acudían á tropel; y el día 20 del mismo mes, recorriendo los baluartes y murallas con valor y entusiasmo, procuró no faltasen las municiones necesarias, y fue uno de los que contribuyó á rechazar al enemigo, que atacó y asaltó la ciudad con obstinación inaudita: con igual valor y entusiasmo se portó en el sitio y bombardeo de julio y agosto del mismo año, y en el momento mismo que el enemigo levantó el cerco y huyó precipitadamente, lo comisionó la Junta para que, auxiliado de una partida de tropa pasase á los campamentos de Sarriá, en donde había dexado la division del general Reylle una multitud de efectos de boca y guerra, lo que executó sin perder instante, y permaneció en aquellos campamentos ocho días, para recoger y hacer conducir dentro la ciudad lo que el enemigo había dexado, que era cosa de consideración. Despues, en virtud de una orden circular de la Junta Superior del Principado, le nombró este corregimiento habilitado para percibir caudales de la Hacienda del Exercito, á cuyo efecto pasó varias veces al cuartel general, y desempeñó esta comision con integridad, lealtad y acierto: en 5 de Abril de 1809, estando vacante la secretaria de la Junta, fue elegido para la misma, con unanimidad de votos, secretario de ella, empleo que ha servido y sirve con aquella pureza y aplicación dignos de un español leal y fiel. Cuando se acordó la fabricación de la moneda se le comisionó para la organización de la fábrica, percibir por mayor la plata labrada de los preceptores que la recibian de los particulares por menor, y entregar despues el caudal resultante á la Tesoreria, comisión que desempeñó con lealtad y celo, no impidiendole las bombas, balas y granadas, de asistir con frecuencia á la casa que tenía á su cargo. Sufrió con heroica constancia y valor el largo y penoso sitio y bombardeo de siete meses, contribuyendo con su persona y bienes á la dilatada defensa de aquella plaza; y dió para los gastos de fortificacion las tres cuartas partes de su plata labrada, y por ellas 41 onzas 10 adarmes; y para la manutencion de la guarnicion, comestibles de varias especies, cuando estaban ya apurados todos los recursos de los almacenes. Doce días después dela capitulación de Gerona, para dar una prueba nada equivoca de su constancia y lealtad, salió de aquella ciudad, en donde dejó todos sus bienes inmuebles y alajas, y se reunió á la Comisión que la Junta tenía en Arenys de Munt, y siendo suficientes vocales, por disposición de la Junta Superior del Principado, continuaron formando la Junta Corregimental de Gerona, en la que ha permanecido siempre el expresado D. Francisco Puig y Dorca con el carácter de vocal y empleo de secretario, quien ha desempeñado sus obligaciones y las varias comisiones que le ha confiado la Junta, con honor, celo, patriotismo, aplicacion y lealtad, sin que jamas haya dado la más pequeña sospecha de vacilar en su primera resolucion que hizo con los demas vocales dentro los muros de la inmortal Gerona, que fue vencer ó morir.

"Y para que conste á solicitud del interesado damos la presente certificacion en la villa de Canet de Mar á los 10 días del mes de enero del año 1811.-- Francisco Condom, Presidente.-- Jaime de Basart.-- Ignacio Andreu y Sans.-- Fr. Gabriel Miró.-- Por acuerdo de dicha Ilustre Junta, Josef Domingo Bofill, Vocal Secretario".

Para seguir la narracion de los sucesos, tócanos dar cuenta de lo que ocurrió en las cercanías de Báscara. El teniente coronel D. Blas de Fournás, comnandante de la cuarta división de tercios ó migueletes, que por disposición de Álvarez se hallaba acantonado en la villa de Bañolas, á la izquierda del camino de Francia, y tenía á sus órdenes mil hombres del primer tercio de voluntarios de Vich, 50 caballos, del escuadrón de San Narciso y algunos cuerpos de paisanos armados capitaneados por el presbítero Doctor Rovira; se adelantó el día 11 de Abril hacia el Fluviá, reconoció la posición del enemigo, tuvo con este un choque que duró casi todo el día y se informó de que llevaban contínuamente á Báscara, municiones y víveres de todas clases. Dio de ello el siguiente parte al brigadier Álvarez.

"Con motivo de reconocer las fuerzas del enemigo, de tener una idea de sus medios de defensa, y tambien de dar á conocer á los que tuviesen intencion de desertar que encontrarán en estas avanzadas un asilo seguro, nos pusimos de acuerdo el Dr. Rovira é yo, para presentar parte de nuestras tropas sobre los puntos principales que ocupan los enemigos, tanto en el otro lado del río Fluviá, como en este. En consecuencia á las tres de la mañana del día de ayer, vadearon el río 300 expatriados, al mando del Doctor Llovera, con veinte caballos, cuando por esta parte 200 hombres del tercio nº 7 mandados por su comandante, para seguir y proteger sus movimientos, se presentaron á Navata, y á su vista se formó el enemigo en número de cien soldados de á caballo y 400 infantes; pero, aunque tan superior, no adelantó ni una sola guerrilla, dexando acercar á los nuestros tanto que algunos de á caballo pudieron hablar con los suyos. Yo con otros 200 hombres del mismo tercio mandados por su sargento mayor y 30 caballos, fuí á ocupar las alturas de San Baudilio: allí, escondida a la vista del enemigo toda mi gente, y emboscada, esperaba por medio de varias partidas que mandé acercarse lo más posible de Báscara, atraer en su alcance algunas guerrillas enemigas; pero, sin embargo de los refuerzos que recibieron sucesivamente de Pontos, Romañá y Navata y de la bizarría de los nuestros que se avanzaron á desafiarlos hasta las mismas paredes de Báscara, se contentaron ellos con enviarles obuses y metralla; y solo algunos pocos hombres y ocho caballos se presentaron, pero sin separarse de la proteccion de sus muros. Había dos horas que duraba aquel fuego, quando unos 250 hombres de los que ocupaban el puesto de Calabuig, habiendo atravesado el camino real por encima del coll de Orriols y pasado entre las alturas de la izquierda y la orilla de Vilademuls, comparecieron de improviso sobre aquellas, amenazando cortarnos en nuestra posicion. Al momento dispuse que la mayor parte de la infantería saliese á detenerlos, y mientras D. Ramon de Foxa capitan de los húsares é yo con 20 caballos y 50 infantes, dado la vuelta por Vilademuls y siguiendo el mismo camino que habían andado los franceses, íbamos a tomarles la retaguardia, ocupando el mismo sitio del coll de Orriols, su Alferez don José Alsina con otros diez caballos se precipitaba por entre los barrancos para esperarlos al pie de las alturas que ocupaban é intentar de echarlos hacia el camino real. Los tuvo suspensos un instante el despliegue de estas fuerzas que de ningun modo esperaban; pero huyendo desde luego, bajaron con la mayor precipitación al llano de Báscara en donde se refugiaron: le faltó á Alsina cosa de dos minutos por las dificultades que encontró en su camino, y fueron así frustradas las esperanzas que tenia de envolverlos en el camino real al paso que se hubiesen retirado sobre Calabuig. Es muy reparable que teniendo á la hora 600 hombres á lo menos en Báscara, no hayan hecho movimiento alguno, y no se puede atribuir esta inacción sinó á la desconfianza que tendrán de sus tropas. Testigos en fin de su miedo, lo han sido ellos del ardor y denuedo de todos quantos, sea tropa, sea paisano, fueron destinados á atacarlos; y debo particulares elogios al teniente del tercio nº 7 D. Domingo Villars quien estuvo todo el día con su partida en medio del llano de Báscara haciendo un fuego continuo contra los parapetos del enemigo, y recibiendo el de metralla, obús y balas rasas que este disparó casi inutilmente en número de 50, ó 60 tiros en el día. De nuestra parte no ha habido más que tres paisanos heridos. Los enemigos perdieron sin duda algunos de los de Calabuig en el fuego con que se les acompañó hasta Báscara, mientras lo permitió el terreno, y esta mañana me han dado parte de haberse encontrado uno de ellos muertos con 18 duros en el bolsillo y tambien se vieron caer algunos en sus mismos parapetos. Resulta de mis observaciones que un día de ataque, serían unos mil los que se reunirian para defender Báscara, sin contar unos quinientos en su vanguardia de Calabuig. Tiene un cañón á la entrada del pueblo por la parte de Parets, y otro encima de la torre con el que nos enviaron algunas balas rasas á San Baudilio. En medio del frente de la villa que mira al llano hay un reducto con parapetos laterales y dentro un obús, una pieza de 12, ó 16 y una de quatro; y otra bateria de dos cañones dirigida contra el camino real. Todo el frente del pueblo tiene las casas agujereadas, y se dice que estas comunican por adentro. Su almacen de municiones de guerra está á la vista delante del meson. Mil carros no serian tal vez bastantes para cargar las balas y bombas allí amontonadas; y otros mil serian pocos, según relaciones, para los víveres acopiados en la iglesia y demas casas.

"Dios guarde á V.S. muchos años. Bañolas 12 de Abril de 1809.-- Blas de Fournás.-- Sr. D. Mariano Alvarez.

P.D. El Doctor Rovira acaba de asegurarme que se han hallado quatro franceses mas muertos en el campo".

Emilio Grahit y Papéll

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